Por lo demás, agradecemos el brillo máximo salvaje, el buen trabajo con el brillo automático y, lo más importante, que el panel sea completamente plano. Más allá de las bondades estéticas que puedan tener los paneles curvos, los paneles planos son objetivamente más funcionales, prácticos y menos problemáticos. En el S23 Ultra se ha reducido la curvatura, pero los modelos que hay por debajo son los únicos que cuentan con un panel 100% plano.
Podemos calibrar el modo de color en Intenso o Natural, con ajuste de balance de blancos tan solo en el modo intenso. Hay cierto tinte azul cuando inclinamos el dispositivo, pero nada excesivamente problemático. Una pantalla de nivel en términos generales, a la que se le puede pedir un poco más, visto el precio final del dispositivo.
Sonido: potente y claro
El sonido es uno de los puntos fuertes en este S23+, poco tiene que envidiarle al Samsung Galaxy S23 Ultra. El sistema de doble altavoz estéreo suena de forma clara y contundente, con poca saturación en los rangos máximos de volumen. Hay un buen equilibrio entre medios y graves, algo de lo que no pueden presumir todos los dispositivos de gama alta.
Por defecto viene desactivada la optimización de Dolby Atmos, algo que recomendamos revertir. Podemos activar también esta opción para juegos, así como ecualizar a nuestro gusto la salida de audio. No hay rastro del jack de auriculares, como era de esperar.
Rendimiento: el procesador que queríamos ver en todos los Samsung
Grandes noticias para todos los modelos de la familia S23: todos llevan el mejor procesador de la actualidad en Android. Se dice adiós a Exynos para abrazar el Qualcomm Snapdragon 8 Gen 2, una bestia en rendimiento sostenido. La única pega que encontramos es que este teléfono solo puede comprarse en versión de 8 GB de RAM.
En un Android de este calibre, precio y con cinco años de actualizaciones a la vista, 12 GB de RAM se hubiesen recibido con los brazos abiertos
No es una cantidad escasa, pero vistos los cinco años de actualizaciones que tendrá, 12 GB de RAM se hubiesen planteado como la alternativa perfecta. Más adelante veremos que la ROM de este terminal consume bastantes recursos, y contar con RAM extra es todo un salvavidas de cara a futuro.
Salvando estas diferencias, el S23+ cuenta con la misma versión del Snapdragon 8 Gen 2 de su hermano mayor, con el apellido "For Galaxy". Esto se traduce en que la CPU sube la velocidad de reloj desde los 3,2 GHz de la versión estándar hasta los 3,36 GHz. Lo mismo sucede en GPU, que pasa de 680MHz a 719MHz.
¿Qué tal rinde este Galaxy S23+? De sobresaliente. El mismo procesador de su hermano mayor, con menor resolución que mover, la combinación no podía ser más conveniente. Este móvil es capaz de mover cualquier tipo de juego, emulador o app exigente con unas tasas de FPS bastante estables. Es el rendimiento que se le pide a cualquier gama alta, y contar con un Qualcomm en su interior es (al menos, este año) garantía de ello.
| SAMSUNG GALAXY S23+ | ONEPLUS 11 | IPHONE 14 PRO | SAMSUNG GALAXY S22 | XIAOMI 12 | ASUS ZENFONE 9 | SONY XPERIA 1 IV |
---|
PROCESADOR | Snapdragon 8 Gen 2 | Snapdragon 8 Gen 2 | Apple A16 Bionic | Exynos 2200 | Snapdragon 8 Gen 1 | Snapdragon 8+ Gen 1 | Snapdragon 8 Gen 1 |
RAM | 8 GB | 16 GB | 6 GB | 8 GB | 8 GB | 8 GB | 12 GB |
GEEKBENCH 5/6 (SINGLE/MULTI) | 2.019 / 5.308 (6) | 1.176 / 4.960 (5) | 2.508 / 6.306 (6) | 1.165 / 3.543 (5) | 1.120 / 3.531 (5) | 1.317 / 3.944 (5) | 1.175 / 3.262 (5) |
3D MARK Wild Life Unlimited | 14.250 | 14.018 | 12.344 | - | - | 9.526 | 10.761 |
3D MARK Wild Life Stress Unlimited | 14.018 / 13.968 | 14.250 / 11.186 | 12.344 / 7.931 | - | - | 10.892 / 8.166 | 10.071 / 4.232 |
PCMARK WORK | 15.823 | 11.406 | - | 12.425 | 13.097 | 16.243 | 11.431
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Si hablamos de test sintéticos, encontramos lo mismo que vimos en su hermano mayor. Overclockear la CPU y GPU tiene una ventaja y una desventaja. La ventaja es que destrozas los benchmarks con puntuaciones notablemente más altas que las de tus rivales.
El inconveniente es que no es posible sostener este rendimiento, ya que el procesador no está pensado para ello, y en test como 3DMark se presenta una estabilidad inferior a la del OnePlus 11 (casi 100% de estabilidad frente al 84% del Samsung), con el mismo chip programado a su frecuencia de trabajo. Pese a este detalle, poco tenemos que achacarle al rendimiento de este Galaxy S23+.
Entra en calor bastante pronto, pero logra mantenerse en cotas bastante estables. No llega a quemar en ninguna circunstancia y el reparto de calor es relativamente uniforme, aunque concentrándose principalmente en la parte superior del dispositivo.
Biometría
El apartado biométrico es similar al del curso pasado: lector de huellas bajo la pantalla y reconocimiento facial 2D. El lector de huellas ha funcionado bastante bien, curiosamente, mejor que en el S23 Ultra (puede ser un asunto de posición del dedo más cómoda al ser un móvil más pequeño). Con el reconocimiento facial hemos tenido la misma problemática del modelo mayor: no funciona bien en baja luz y el rendimiento es bastante mejorable.
Software: One UI y mucho One UI
El software es una de las prioridades de Samsung para este 2023. Contamos con la ROM One UI 5.1 corriendo Android 13. La principal ventaja son los cinco años de actualizaciones de seguridad, con cuatro años para las versiones de sistema. En otras palabras, este móvil se quedará sin soporte de versiones en Android 17, una muy buena noticia.
Respecto a la ROM, estamos ante la clásica filosofía de Samsung. Una ROM recargada en su interfaz, que no termina de adoptar la línea de diseño que marca Google con Material You pero que, al menos, respeta el motor de temas adaptados al fondo de pantalla. No todos los usuarios reclaman minimalismo, y si Samsung lleva apostando por este UI desde hace generaciones, sus razones tendrá.
En el aspecto puramente funcional, One UI es de las ROMs más completas que hay en Android. Este año tenemos funciones añadidas bastante curiosas, como un modo de mantenimiento que preserva nuestros datos personales (pensado para cuando enviemos el móvil al servicio técnico), reinicio automático cuando el móvil considere que es necesario, y cambios en la galería referentes a los metadatos y ubicación en el almacenamiento de las fotos. Si te gusta la ROM de Samsung, disfrutarás de esta nueva iteración. Si buscas algo más limpio, no estarás del todo cómodo con este software.
Autonomía: estelar. Simplemente estelar
Esta generación, la batería del Samsung Galaxy S23+ ha crecido hasta los 4.700mAh, acompañado del mismo sistema de carga rápida de su hermano mayor. Son 300mAh de diferencia en un panel más pequeño y de menor resolución. ¿El resultado? Sorprendentemente, dura más que el S23 Ultra.
La autonomía es estar. Este S23+ nos ha ofrecido incluso mejores resultados que el modelo Ultra, pese a contar con una batería más pequeña
La batería del Galaxy S23+ es estelar. En el ciclo más agresivo, con más de dos horas de juego intenso, hemos logrado cuatro horas de pantalla con un 35% de batería restante, más que suficiente para hacer 6 horas en un escenario demoledor. En uso más realista, es fácil superar las ocho horas de pantalla. Teniendo en cuenta lo relativamente compacto que es el teléfono, no podemos estar más contentos con este punto.
Para algunos, el punto flaco puede estar en el sistema de carga, de 45W. El teléfono demora sobre 1:10h en cargar al completo, y una media hora en cargarse al 50%. Samsung proporciona, además, opciones para limitar la carga rápida, e incluso una opción para limitar la carga máxima al 85% para proteger la batería (el tramo del 80 al 100% es el más estresante para las baterías de ion-litio).
Adicional a esto, tenemos dos perfiles de rendimiento: estándar y ligero. El teléfono viene configurado en estándar, buscando equilibrio entre rendimiento y autonomía. Si vamos a darle un uso no demasiado intenso, recomendamos cambiar al modo ligero. Este nos brindará un extra de autonomía y una temperatura algo más baja, a cambio de ajustar el procesador de forma menos ambiciosa.
Cámara: no todo iba a ser perfecto
A nivel fotográfico, todas las miradas están puestas esta generación en el modelo Ultra y su sensor de 200 megapíxeles. El Samsung Galaxy S23+ es algo menos ambicioso, aunque su combinación de sensores es más que digna.
- Cámara principal: sensor de 50 MP, f/1.8, 24mm, 1/1.56", 1.0µm, PDAF, OIS.
- Cámara teleobjetivo: sensor de 10 MP, f/2.4, 70mm teleobjetivo, 1/3.94", 1.0µm, PDAF, OIS, 3x.
- Cámara ultra gran angular: sensor de 12 MP, f/2.2, 13mm, 120˚, 1/2.55" 1.4µm.
Menos ambición a nivel de resolución en el sensor principal y un teleobjetivo menos. Esto acabará determinando en buena parte los resultados de este teléfono. Antes de analizarlos en profundidad, repasemos rápidamente la aplicación de cámara.
La app de cámara es la que ya solíamos encontrar en la familia Galaxy. Carrusel abajo, ajustes arriba, sin integración con Google Lens y con un disparo algo más rápido que el del pasado curso. Expert RAW ahora se puede activar desde la propia interfaz de cámara, aunque sigue siendo una app que hay que descargar por separado. Echamos en falta procesamiento en tiempo real del HDR, una función básica que Samsung no integra pese a las capacidades del ISP (procesador de señal de imagen) más que potente del Snapdragon 8 Gen 2.
Cámara principal
La cámara del Samsung Galaxy S23+ es buena, pero está notablemente por debajo respecto a la de su hermano mayor. Esta cámara nos recuerda más a los pecados que cometía Samsung el pasado curso, con un cierta falta de detalle fino y una nitidez general alejada de su hermano mayor. La fotografía tampoco es tan rica en rango dinámico como lo que vimos en el Ultra, aunque agradecemos que no se pase de frenada con el HDR.
Lejos queda esa Samsung de la saturación excesiva y los colores fuera del marco realista. Sigue acusando ciertos vicios respecto a la colorimetría, con una pizca adicional en tonalidades naranjas, aunque no es algo excesivamente preocupante. Sí que hemos notado que no es del todo fiel con pieles cuando el HDR tiene que trabajar con contundencia (un retrato
Si apostamos por el modo de 50 megapíxeles, tendremos cierta ganancia de ese detalle fino que echamos de menos cuando disparamos agrupando píxeles. No obstante, este sensor no nos da ese salto salvaje en detalle que notamos en su hermano mayor. No es una ganancia tan apreciable como para invitarnos a disparar a 50 megapíxeles, dado además el tiempo extra que demora tomar una fotografía en este modo.
RAW vs 12 MP auto.
Si queremos el mejor extra de naturalidad, podemos recurrir al modo RAW. Servidor recomienda el disparo en RAW desde el modo Pro, en lugar de Expert RAW. Este último está más procesado, siendo especialmente útil en situaciones de alto rango dinámico (es un RAW con más capas y permite recuperar mejor cielos y sombras). No obstante, si la luminosidad lo permite, el modo RAW del modo Pro es el más crudo y, aunque no ofrece un detalle brutal, sí que es un cambio relevante respecto a disparar en automático.
El apartado nocturno nos deja un sabor de boca agridulce. El control de altas luces es exquisito y el equilibrio general, para el usuario que no quiere más allá de disparar y obtener una fotografía resultona, más que aceptable. Si le buscamos las cosquillas, como a buen móvil de 1.200 euros, podemos echar en falta naturalidad, nitidez en algunos bordes y un extra de limpieza en la imagen.
Respecto al modo noche, comentar que es automático y que recomendamos dejar así dicho ajuste. Si bien rescata algo de luz cuando la situación es complicada, destaca principalmente por controlar mejor las altas luces (posibles quemados de algunas zonas de la imagen) y añadir un pequeño extra de nitidez artificial. Este teléfono no se llevará la corona en fotografía nocturna, pero los resultados son buenos.
Zoom y ultra gran angular
El ultra gran angular es el sensor más débil en la configuración de triple cámara del Samsung Galaxy S23+. Es pobre en detalle, aunque apreciamos el buen trabajo que se ha hecho en HDR y tratamiento del color respecto al sensor principal. Es un sensor que requiere de buena luminosidad para trabajar bien, siempre y cuando nos preocupe la nitidez de la fotografía.
El 3X, aunque apenas presenta evolución respecto a lo que vimos el año pasado, es uno de los sensores más divertidos de este terminal. Nos hubiera gustado ver un salto importante en sensor y lente, aunque nos quedamos con la versatilidad que aporta al conjunto. El zoom digital es de hasta 30 aumentos, reservándose los 100 aumentos para el S23 Ultra (recordemos que este teléfono monta un segundo teleobjetivo de 10 aumentos).
Ultra gran angular, gran angular y teleobjetivo.
La consistencia entre sensores siempre es un punto a valorar, para asegurarnos de que tendremos resultados similares disparemos con la cámara que disparemos. El principal siempre será la estrella que brille, pero tenemos dos buenos acompañantes.
Modo retrato
Samsung tiene más que controlado el modo retrato desde el año pasado. No obstante, tenemos una pequeña queja: el bokeh. Esta generación parece un poco más agresivo, y viene configurado en un punto bastante alto. Recomendamos reducir este bokeh antes o después de disparar para obtener resultados algo más naturales. Por lo demás, a este teléfono no le importan los contraluces o las situaciones más complejas, es capaz de mapear bien a los sujetos en las escenas más hostiles.
Cámara frontal
El trabajo con la cámara frontal nos ha gustado bastante. Muy angular, con excelente control de las altas luces y sombras, amén de respetar la colorimetría de rostros. Uno de los mejores selfies del momento, uno de los puntos en los que Samsung lleva peleando desde hace un par de generaciones.
Vídeo
La grabación de vídeo es más que aceptable, con posibilidad de grabar hasta en 8K. No encontramos la brutal nitidez del ISOCELL HP2 y aquí recomendamos grabar en 4K, frente al apabullante 8K que encontramos en el S23 Ultra. Buena estabilización, buen HDR y algo de sharpening digital.
Samsung Galaxy S23+, la opinión de Xataka
El Samsung Galaxy S23+ es un gran dispositivo. Tiene buena autonomía, buena cámara, un rendimiento excelente y un equilibrio general envidiable. El problema es su precio. 1.209 euros es una factura final importante, peligrosamente cercana a los móviles más caros del mercado. Un S23 Ultra cuesta 249 euros más. Es el precio de un móvil de gama media de por medio, aunque en estos rangos es una diferencia que, con alta probabilidad, el consumidor esté dispuesto a asumir por tener un terminal mucho mejor. El S23 Ultra lo es, en batería, cámara y pantalla.
El Samsung Galaxy S23+ es el perfecto ejemplo de equilibrio en un teléfono, aunque nos falta ambición en cámara y resolución del panel
La segunda problemática llega con el apartado fotográfico. El desempeño es bueno, pero no hemos visto el salto que sí notamos del S22 Ultra al S23 Ultra. En un móvil de 1.209 euros, aunque haya móviles por encima respecto a precio, es coherente exigir el máximo nivel, y este S23+ está un peldaño por debajo de lo esperado. Salvando estas carencias, es el equilibrio hecho móvil, y una alternativa más que coherente si no queremos un teléfono gigantesco y tan anguloso como su hermano mayor.
9.3
Diseño9,5
Pantalla9,25
Rendimiento9,5
Cámaras9
Software9,25
Autonomía9,25
A favor
- El rendimiento es brillante.
- A nivel de autonomía, de lo mejor del mercado.
- Relativamente compacto para el gran panel que monta.
En contra
- Un Android de más de 1.200 euros merece una pantalla Quad HD+.
- El apartado fotográfico no presenta grandes mejoras.
- En este rango de precio, miramos con mejores ojos al Ultra.
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