La llegada del Mac mini supuso para Apple una ofensiva total al mercado de PCs, buscando a los indecisos que aún no se atrevían a probar las bondades de los Mac. Hay quien dice que Steve Jobs en aquel momento no era muy partidario de un modelo así, pero era necesario un dispositivo que atrajera miradas desde otros ángulos - sobre todo de cara a la transición a Intel desde PowerPC que iba a anunciarse ese mismo año.
El Mac mini rápidamente se convirtió en uno de los modelos más apetecibles por precio para quienes merodeaban por el perímetro del mundo Apple. Aquellos que no se atrevían a dar el paso eran rápidamente cautivados por la llegada de Intel y la posibilidad de la instalación de Windows - pero también porque no tenían que comprometer nada de lo que tenían en casa: su monitor, teclado y ratón servían.
La pregunta recurrente que personalmente me hacían con el lanzamiento del Mac mini original en 2005 era siempre la misma: "¿Que puede hacer un Mac 'normal' que no haga un Mac mini?". Porque aquel pequeño dispositivo no parecía un Mac normal: era algo pequeño, que muchos comenzaron a asociar con "reducido en características". Su regreso triunfal en 2018 y la llegada sobre todo de Apple Silicon a final de 2020 le dio no sólo una nueva vida, también una nueva perspectiva.
Con la llegada de los M2 a esta gama, creo que la pregunta hoy en día sería: "¿Hay algo que no pueda hacer el Mac mini?".
Mac mini M2 Pro, especificaciones y características
El modelo de análisis de este modelo es el que incluye el nuevo M2 Pro, con el que Apple quiere decirnos que lo único que va a tener "mini" este Mac es el apellido.
Como ya hemos comentado en el análisis del MacBook Pro M2 Max, la idea de Apple con esta nueva generación de sus Apple Silicon viene por potenciar la escalabilidad de los núcleos de sus procesadores - más que aumentar de forma drástica el rendimiento mononúcleo. En el caso del M2 Pro, tenemos 12 núcleos de CPU (iguales a los del M2 Max) los cuales en teoría son 1.9 veces más rápidos que los M1.
En este caso contamos con una configuración gráfica que va desde los 16 a los 19 núcleos de GPU, cada uno de ellos con un rendimiento de hasta 2.6 veces superior a los M1. Es una cifra realmente grande para un procesador de este tipo y permite llegar a cotas que la generación anterior no ha conseguido. Además puede configurarse con 32 GB de memoria unificada, con el doble (200 GB/s) de ancho de banda de un M2 normal. Esto es clave para mejorar el rendimiento en una arquitectura unificada como Apple Silicon.
A nivel de codificación, cuenta con aceleradores que permiten codificar y decodificar videos 8K H.264 y HEV, soportando la reproducción simultánea de varios medios 4K y 8K en ProRes.
Estéticamente, apenas hay cambios: el Mac mini mantiene el factor forma y color (únicamente en plata, se echa de menos un Mac mini en color gris espacial). El modelo con M2 Pro llega hasta cuatro puertos Thunderbolt 4 en la parte trasera, que permite conectar monitores con resolución hasta 6K. También cuenta con dos USB-A con velocidades de 5Gbps y una nueva versión de HDMI que en este modelo soporta resoluciones hasta 8K60 o 4K240.
La conectividad también ha mejorado con la inclusión de la norma WiFi 6E para conseguir velocidades inalámbricas de hasta 2,4 Gbps si usáis un router compatible. Ambos modelos, el M2 y el M2 Pro traer conexión ethernet de 10Gb por si preferís trabajar con el Mac conectado a la red físicamente.
El conocido diseño sigue funcionando encima de la mesa, aunque ya comenzamos a preguntarnos cuando Apple reducirá el tamaño, algo que la tecnología de miniaturización conseguida con Apple Silicon lo hace perfectamente viable. Con el Mac Studio lanzado hace unos meses, que hereda mucho de este Mac mini en cuanto a dimensiones, no parece algo que la marca se plantee a corto plazo (y que quizás aún no le haga falta).
Las pruebas sintéticas con el M2 Pro
Antes de comentar la batería de pruebas para ver hasta donde puede llegar este nuevo chip M2 Pro en el Mac mini me gustaría destacar el nivel de ruido mínimo que presenta este Mac mini y su baja temperatura incluso después de varias horas trabajando con él:
Pruebas con un sonómetro en la parte trasera del nuevo Mac mini M2 Pro
Como veis en la imagen superior, el sonido después de varias pruebas de rendimiento apenas supera los 42 dBA, que son unos +4/5 dBA por encima del sonido ambiente de la habitación donde he hecho las pruebas, en absoluto silencio. He notado que el M2 Pro activa los ventiladores más rápidamente que los procesadores de la generación anterior, pero siempre durante un tiempo muy justo y que apenas llega a subir +10 dBA por encima del sonido ambiente. Es extremadamente silencioso.
En cuanto a calor, aunque en un ordenador de escritorio no es tan importante como en un portátil - donde podemos trabajar con el dispositivo encima de nosotros - he medido con un termómetro láser la temperatura en la superficie más caliente después de unas pruebas, que apenas llega a los 24º (con una temperatura ambiente de 21º). En pruebas exigentes, como la carga de la demo de Metahumans en Unreal 5.1, se puede disparar unos +10/15º - aunque para un ordenador de sobremesa, en mi opinión, es más importante el hecho de que sea tremendamente silencioso. Vayamos con las pruebas sintéticas, utilizando la última versión de Geekbench:
A nivel de CPU, números en mononúcleo muy parecidos al del resto de productos que incorporan la tecnología M2 (incluido el iPad Pro M2), pero es sin duda cuando entran en juego los núcleos de la GPU utilizando Metal donde se consigue una muy buena cifra de 52.546 puntos - casi 20.000 puntos por encima del M1 Pro de la generación pasada y sólo superado por el M1 Max y obviamente el nuevo MacBook Pro M2 Max.
Usando las pruebas de Blender con tres escenas complejas, el Mac mini M2 Pro se sitúa también con una buena puntuación de 761,68 puntos. Para situarlo en contexto, esta puntuación pone la máquina entre el 34% de los que mejor rinden de todos los dispositivos que han hecho esta prueba. Cuando pasamos a Cinebench R23, de nuevo la CPU se posiciona en primera posición, como hemos visto en el análisis del MacBook Pro M2 Max:
Sin embargo, el uso de los 12 núcleos para los cálculos de las escenas de Cinebench nos arrojan un buen cuarto puesto entre otras máquinas del que me gustaría destacar el ratio de multiplicación de eficiencia de los núcleos: un 8.93x, lo cual explica que la buena escalabilidad de estos procesadores es parte sin duda de la estrategia de Apple (al menos hasta que lleguen los 3nm).
Con GFXBench 5.0 Metal buscaremos medir el sistema en condiciones más similares a las normales, como un videojuego que utiliza las características de Metal como acelerador. Con él, se consiguen números muy buenos en las pruebas que utilizan Metal de forma intensiva, con rangos que van desde los 42 frames por segundo hasta los 60 frames por segundo en las pruebas más complejas.
Precisamente para probar cómo maneja el nuevo Metal 3 bajo Ventura - una de las características claves de la última versión del sistema operativo - he instalado Resident Evil Village. El juego funciona de forma nativa en Apple Silicon, y utilizando el Metal 3 Performance HUD veo que se llega hasta una resolución de 3200x1800 con los gráficos configurados en sus máximos parámetros.
Con esta configuración, el juego es perfectamente jugable a una media de 42 frames por segundo, utilizando un mando externo como podría ser el de la PS5 o teclado y ratón. Se nota no sólo el excelente rendimiento gráfico, también la rapidez de carga en cuanto al disco duro SSD integrado:
En el modelo de análisis, vemos como alcanzamos los 4900 MB/s en escritura y los 5000 MB/s en lectura, cifras que pemiten a este Mac mini M2 trabajar con resoluciones de hasta 12K DCI 60, tanto en Blackmagic RAW o ProRes 422 HQ. Si queremos utilizar H.265, el máximo sería de 8K DCI 60.
Si probamos el sistema con el codificador Blackmagic RAW, vemos que la velocidad de codificación vía CPU en 8K sería de 43 frames por segundo. Si pasamos a utilizar Metal en 8K, la cifra sube hasta los 166 frames por segundo.
Pasamos a una prueba algo más exigente con Twinmotion, el popular programa de diseño arquitectural, utilizando el test más exigente que incluye la aplicación: Lakehouse retreat, y siempre en su modo de calidad alta. Mientras que con el M2 anterior apenas era navegable, en este sistema se llegan hasta los 34 frames por segundo.
Si pasamos a una escena también compleja pero con menos transformaciones gráficas, Materials Room, alcanzamos los 65/75 frames por segundo - siempre en calidad alta y sin que se dispare ni la temperatura ni el sistema de ventilación activo.
En el caso de Final Cut Pro, utilizando el test BruceX que mide el tiempo de exportación de un proyecto corto pero complejo, obtenemos los siguientes datos en cada una de las tres pasadas necesarias para calcular la media aritmética:
- Pasada 1: 10,05
- Pasada 2: 9,80
- Pasada 3: 10,87
Lo cual nos da un tiempo realmente corto para este tipo de prueba, que mejora sustancialmente el que hemos obtenido en otras ocasiones: 10,24 segundos, y sin ralentizar ni consumir completamente los recursos del sistema. Es en pruebas como esta donde se demuestra que la tecnología Apple Silicon es extremadamente eficiente gracias a la gestión energética sin comprometer la potencia.
Para quienes os preguntáis como funcionará este Mac mini en el campo de desarrollo, probamos el test XcodeBenchmark, un proyecto gigantesco de Xcode con más de 70 dependencias y 40 librerías cruzadas - en el cual mediremos el tiempo de compilación:
En el caso de este Mac mini M2 Pro, el tiempo es de poco más de 75 segundos, un número muy similar al que hemos visto en el análisis del MacBook Pro M2 Max - lo cual nos apunta que si no necesitamos potencia gráfica, un M2 o un M2 Pro es más que suficiente para nuestros propósitos.
Otro de los factores que también me ha interesado comprobar en esta nueva generación de Mac mini es el consumo energético, tanto cuando está en reposo, como en plenas pruebas de rendimiento. La gráfica en dos días, es la siguiente:
Este ha sido el consumo energético del Mac mini M2 Pro, en los últimos dos días de pruebas
El ordenador en reposo consume alrededor de 0,8 Wh y dependiendo de la carga o la potencia necesaria, este consumo subirá. De media tenemos unos 5 Wh, con picos de 23 Wh por ejemplo cuando utilizamos los 19 núcleos gráficos para juegos de alta demanda como Resident Evil Village. En el resto de pruebas, los núcleos de eficiencia ayudan a contener el gasto energético, algo que es de agradecer hoy en día.
Un Mac mini que no se conforma
Este nuevo Mac mini con procesador M2 Pro permite llegar a tareas tradicionalmente reservadas a otros integrantes de la familia Mac. Por ejemplo, hace unos años - antes de Apple Silicon - era impensable encontrar que un Mac mini pudiera llegar a este nivel gráfico, que permite trabajar con video de altísima definición, pero también satisfacer a las aplicaciones con alta demanda gráfica con hasta 19 núcleos de GPU.
No os dejéis llevar por la potencia en gráficos, como comentaba antes, un Mac mini M2 es perfectamente viable para tareas como desarrollo, ofimática o aplicaciones cotidianas - pasando el M2 Pro sólo si necesitemos algo más de potencia gráfica puntualmente. Quizás le subiría la RAM al modelo básico (el disco duro siempre se puede "ampliar" aunque sea de forma externa), aunque el Apple Silicon y su arquitectura unificada, no sea tan importante.
Pequeño, pero no lo subestiméis: el nuevo Mac mini se aleja del punto del que partió y la experiencia de todos estos años - junto al aumento en potencia ganado con Apple Silicon, lo hace uno de los Macs más interesantes para casi cualquiera... sin renunciar a casi nada.
Fuente: Applesfera
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