Podría haber sido la historia del año y hasta posiblemente
la noticia de la década en el mundo de los negocios, pero su 'estrella' no pasó
más allá de unos pocos minutos. En medio de la jornada de ayer, el servicio de
noticias de Dow Jones (los dueños de The Wall Street Journal y junto con
Reuters y Bloomberg los más fiables del sector) publicó un extraño bombazo
informativo.
Google acababa de comprar Apple por 9.000 millones de
dólares. Era "un movimiento sorprendente" decía el teletipo (que
también explicaba que todo estaba ligado a un acuerdo secreto que se había
desvelado en la lectura del testamento de Steve Jobs). Poco después se publicó
otro teletipo con el titular "Google says Yay" (Google dice sí, pero
de un modo muy coloquial), que era además el final de la crónica (delirante
crónica) original.
El modo en el que se presentaban las noticias y los
titulares que emplearon hacía que, desde un momento, no pareciese algo muy
serio o fiable, por mucho que estuviese Dow Jones detrás. Eso era lo que
parecía, al menos, a ojos humanos. Cuando los responsables del servicio
salieron a explicar que la noticia era falsa, no fue realmente una sorpresa.
Todo había sido culpa de un servicio de tecnología. Estaban probando una
tecnología y los titulares se publicaron por error.
Pero la compra 'fallida' de Apple por parte de Google dice
también muchas cosas sobre cómo el creciente peso de la tecnología puede acabar
generando problemas. Más allá de que la publicación de las noticias fuese un
error de una herramienta tecnológica, la propia respuesta de la tecnología
también es digna de análisis.
Como recuerdan en The New York Times, antes de que la
mentira fuese evidente la información afectó ligeramente a las acciones de
Apple. Al fin y al cabo, como apuntan en TechCrunch, la información no tenía
ningún sentido para el humano (el acuerdo en el testamento de Jobs vencía ayer
y era cuando había que cerrar la venta y Google iba a recibir 9 acciones de
Apple por cada acción de Google), pero era absolutamente lógico para un bot.
De hecho, toda la reacción en bolsa, está ligada a esto. Los
algoritmos 'leyeron' el titular y actuaron. Partiendo de sus lecturas de
palabras clave y sus análisis (como recuerdan en TechCrunch posiblemente un
análisis de tendencias... en el que confiaron en lo que estaban diciendo otros
bots), los robots que marcan lo que ocurre en los mercados reaccionaron al
mensaje.
No solo las acciones de Apple subieron (2 dólares) sino que
además cuando apareció el mensaje en los teletipos aumentó de manera abrumadora
el volumen de transacciones (se pasó de 100 a 800 y luego a 2.240). Para las
herramientas tecnológicas de trading, la noticia venía de una fuente legítima y
por tanto había que hacerle caso.
Y aquí está la cuestión que pone de manifiesto los peligros
que todavía tiene la tecnología y por qué todavía se necesita al cerebro
humano. Los últimos escándalos en Google y Facebook y el hecho de que estas
compañías estén creando sus propios ejércitos de trabajadores humanos para
frenar problemas que hasta ahora gestionaban los algoritmos fue el primer
aviso. Analizar los fallos a los que están viéndose arrastradas las firmas en
ocasiones como estas puede ser una suerte de segundo aviso.
Fuente:http://www.puromarketing.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario