La nostalgia sigue invadiendo el mercado, y no solo afecta a
las viejas consolas, sino que marcas de antaño aprovechan su legado para tratar
de sacar algo de partido a un mercado siempre interesado por los viajes al
pasado.
En este caso es la legendaria marca de cámaras de fotos
Yashica la que quiere resurgir de sus cenizas aprovechando la fiebre retro. La
firma de inversión que compró la marca hace unos años ha recuperado el diseño
de las conocidas Yashica Electro 35 y se ha inventado un nuevo carrete digital
llamado digiFilm para prometernos nuevas opciones creativas que recuerdan a la
lomografía.
Mucho ruido, ¿cuántas nueces?
El proyecto de Yashica (o más bien, de la empresa que
aprovecha la marca, la firma de Hong Kong MF Jebsen) se conoció hace unas
semanas y ha tenido una aceptación notable en Kickstarter, donde ya ha
quintuplicado el objetivo de financiación, que era de 800.000 dólares de Honk
Kong (86.000 euros), porque en el momento de escribir esta noticia ya se han
ingresado casi 4,5 millones de dólares de Honk Kong (485.000 euros) que desde
luego parecen confirmar el interés por el producto.
Hace más de 10 años que no vemos productos nuevos con la
marca Yashica, pero quienes compraron la marca han querido aprovechar el auge
de la fotografía digital para lanzar su digiFilm Camera Y35, una cámara que se
caracteriza por un diseño retro que es un homenaje a sus Electro 35
"recapturando la alegría y significado de la fotografía analógica, pero
eliminando el tiempo y gastos necesarios para revelar la película".
Es ahí donde entran esos carretes digitales en los que
preestablecemos distintas velocidades de obturación, niveles ISO o fotografía
en blanco y negro. La idea aquí es poder utilizar distintos carretes según las
necesidades: baja luminosidad, objetos que se mueven rápido, efecto grano en la
película, e incluso un carrete destinado al formato "Instagram" de
fotos cuadradas.
Será interesante comprobar los resultados que se obtienen
con esta cámara, pero las especificaciones del sensor no son ni mucho menos
excepcionales: nos encontramos con un sensor de 1/3,2 pulgadas y una resolución
de 14 Mpíxeles, además de una apertura f/2.8 y una distancia focal de 35 mm.
Una cámara distinta, pero probablemente peor
Las imágenes se guardan en una tarjeta SD (que puede ser
WiFi), y además contamos con conectividad Micro USB para transferir las fotos.
Los carretes digitales no almacenan datos, y se centran en los efectos
fotográficos finales, que además podremos ajustar con el control de velocidad
de obturación.
Es especialmente llamativa la palanca de rebobinado que
imita el funcionamiento de las cámaras analógicas para hacer que el carrete
girase y estuviese preparado para la próxima captura, y como era de esperar no
hay pantalla LCD, sino simplemente el tradicional visor de las cámaras
analógicas.
La cámara de Yashica ya se puede reservar en Kickstarter con
distintas variantes, siendo la más económica el modelo básico que cuesta 120
euros, que incluye la cámara y un pack de carretes digitales que podremos
seleccionar entre varias opciones. Esos carretes "no se gastan", y es
posible que si el proyecto mantiene su éxito a los disponibles inicialmente se
le sumen otros nuevos.
Se prevé que las cámaras lleguen a sus propietarios a partir
de abril de 2018 si todo va bien, aunque los retrasos son habituales en
proyectos de Kickstarter. Con esas especificaciones y precio mejor no hacerse
muchas ilusiones respecto a la calidad de las tomas: es muy probable que
cualquier smartphone decente de hoy en día saque fotografías de mucha mayor
calidad.
Fuente: https://www.xataka.com/
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