Se supone que no tiene permitido acceder a la red social, y sin embargo descubrió una vulnerabilidad que podría ahorrarle algunos dolores de cabeza a Mark Zuckerberg.
Jani es el nombre del hacker de 10 años, de nacionalidad finlandesa, que acaba de recibir US$10.000 de parte de la empresa, propiedad de Facebook, por haber alertado de una falla que permite eliminar comentarios hechos por otros usuarios.
De acuerdo con las reglas de Facebook, Instagram y otras redes sociales, la edad mínima para tener una cuenta es 13 años.
Y sin embargo, se convirtió en el recipiente más joven del programa de recompensas creado por Facebook en 2011 para retribuir a los usuarios que ayudaran a identificar fallas en sus programas y plataformas.
El problema fue resuelto "rápidamente" una vez que se confirmó su existencia, señaló Facebook.
Cómo lo encontró
Según el periódico finlandés Iltalehti, que originalmente reportó la historia, Jani es desde hace años un entusiasta del lenguaje de códigos para juegos.
Recientemente, junto a su hermano gemelo, ha tornado su atención hacia temas de seguridad. Entre los dos han identificado varias fallas, pero ninguna lo suficientemente significativa como para obtener un pago.
Varias compañías informáticas tienen programas de recompensas para animar a los aficionados a compartir sus hallazgos con ellas, en vez de venderlos en el mercado negro.
De acuerdo con la nota de Iltalehti, en febrero pasado Jani logró infiltrar los servidores de Instagram y borrar comentarios en cuentas de otras personas.
"Probé si Instagram podía tolerar códigos maliciosos en los campos de comentarios", le dijo Jani al rotativo.
"Hubiera podido eliminar a cualquiera, incluso los comentarios de Justin Beiber".
Acto seguido le envió un correo a Facebook, que prometió investigar.
Tras someter la falla a pruebas, determinó su autenticidad y decidió pagarle la suma.
Una bicicleta y un balón
El monto que recibió el joven talento de la informática es al menos cinco veces superior al promedio de lo que le ha otorgado a otros hackers desde 2011.
Hasta ahora su programa de recompensas ha significado el desembolso de US$4,3 millones a unas 800 personas.
Jani planea usar el dinero para comprar una bicicleta, un balón de fútbol y computadoras nuevas para él y su hermano.
Todo lo cual le servirá, de una forma u otra, para seguir soñando con el futuro. En el cual quiere convertirse en experto en seguridad.
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