No hay vuelta atrás. Una vez que pruebas un monitor ultrapanorámico estás perdido. Estos monitores no encajan en cualquier escenario de uso posible, y a algunos usuarios posiblemente no les convencerán, pero tienen la capacidad de mejorar mucho nuestra experiencia al editar vídeo, programar y trabajar con bases de datos u hojas de cálculo, entre otras opciones. También son atractivos para los usuarios que necesitan tener en primer plano varias ventanas. Incluso encajan bien con algunos videojuegos.
Basta echar un vistazo a las especificaciones de este monitor para darse cuenta de que esta vez Lenovo ha ido a por todas. Y es que tiene prácticamente todo lo que los usuarios ambiciosos podemos pedirle: un panel curvo de 43,4 pulgadas y relación de aspecto 32:10, una conectividad cuidada, HDR, un diseño resultón... Pero todo esto no es más que un aperitivo. Este es uno de esos monitores de los que merece la pena hablar largo y tendido.
Lenovo ThinkVision P44w: especificaciones técnicas
Este monitor no disimula su marcada vocación profesional, y esta aspiración provoca que una de sus características más relevantes resulte, cuando menos, curiosa. Y es que los ingenieros de Lenovo se han decantado por un panel LCD de tipo VA, una tecnología relativamente poco habitual en estos dispositivos. Los monitores profesionales suelen apostar por los paneles IPS, que destacan por su reproducción del color y amplios ángulos de visión, y los monitores para juegos habitualmente utilizan paneles TN, que nos ofrecen un tiempo de respuesta muy bajo y altas frecuencias de refresco, o bien IPS, con un tiempo de respuesta más alto pero también con una mayor calidad de imagen.
Los ingenieros de Lenovo se han decantado por un panel LCD de tipo VA que destaca por su contraste nativo, brillo y escasa presencia de fugas de luz
Los paneles VA son frecuentes en los televisores LCD (de hecho marcas como Sony o Samsung los usan en muchas de sus propuestas), pero son menos populares en el mercado de los monitores. En cualquier caso tienen bazas que los hacen atractivos, como son su alta relación de contraste nativo, su capacidad de entrega de brillo y la escasa presencia de fugas de luz. Su tiempo de respuesta es habitualmente más alto que el que nos ofrecen los paneles IPS, y, por supuesto, también los TN, pero esta característica en un monitor profesional como este no debería ser un problema.
Aunque resulta curioso que Lenovo haya optado por utilizar en este monitor un panel VA y no IPS, son sus características las que realmente llaman la atención. Destacan su relación de aspecto 32:10 (perfecta para mantener en primer plano tres o más ventanas), su curvatura, su resolución (3.840 x 1.200 puntos) y su frecuencia de refresco de 144 Hz. También tiene una relación de contraste nativo notable (3.000:1), que, como hemos visto, es una de las bazas habituales de los paneles VA, y una capacidad de entrega máxima de brillo de 450 nits (su valor típico oscila en torno a los 380 nits) que lo hace compatible con el estándar VESA DisplayHDR 400.
El panel de este monitor destaca por su relación de aspecto 32:10, su curvatura, su contraste y su refresco de 144 Hz
Según Lenovo los ángulos de visión horizontal y vertical de este monitor alcanzan los 178 grados, un valor que está realmente bien, sobre todo si tenemos en cuenta que este es uno de los hándicaps más relevantes de los paneles VA. No obstante, en este terreno la curvatura del panel juega a favor de este monitor porque consigue que el ángulo desde el que un usuario sentado frente al centro del dispositivo percibe la luz emitida por los extremos del panel sea más reducido que en un panel completamente plano.
No me interesan especialmente los televisores con panel curvo (y no me extraña que hayan perdido gran parte de la atención que despertaron en un principio), pero creo que los paneles curvos encajan como un guante en los monitores ultrapanorámicos debido a la reducida distancia que suele separarlos de los ojos de los usuarios. La curvatura contribuye a reducir la percepción de la degradación del color en los extremos del panel.
Diseño y conectividad: vocación marcadamente profesional
En las fotografías que ilustran este artículo podéis ver que el diseño de este monitor es sobrio, una característica en consonancia con su vocación profesional. Sus marcos no son los más finos que he visto en un producto de este tipo, pero no lo afean. Y el policarbonato utilizado por Lenovo en las partes de plástico es de buena calidad, como cabe esperar de un dispositivo que cuesta más de 1.600 euros. No obstante, el elemento en el que los ingenieros de esta marca han «echado el resto» es la peana, un componente que en un monitor que tiene más de un metro de anchura adquiere una relevancia capital.
La peana es completamente metálica y tiene la superficie y el peso adecuados para ofrecer al monitor la estabilidad que requiere. Además, nos permite ajustar la altura y el cabeceo o inclinación de la pantalla con mucha facilidad para adecuarlos a nuestras necesidades. En lo que concierne al acabado y la robustez no puedo poner ninguna pega a este monitor. Un apunte interesante: la fijación de la peana a la parte trasera de la pantalla es extremadamente sencilla y rápida. De hecho, a pesar de su tamaño podemos ensamblar ambos componentes sin necesidad de recurrir a tornillos, como sucede en monitores más pequeños, y esta simplicidad se agradece.
La conectividad de este monitor es bastante completa. Incorpora dos entradas HDMI 2.0, una de tipo DisplayPort 1.4 y dos puertos USB 3.1 de tipo C, uno de primera generación y el otro de segunda, que añaden dos interfaces DisplayPort adicionales (una de tipo 1.4 y la otra 1.2). También tiene una salida de audio en formato jack de 3,5 mm que tiene como objetivo paliar una de las carencias de este monitor: no tiene altavoces. Por esta razón, si queremos reproducir el sonido tendremos que recurrir a esta salida de audio o a las que incorpora nuestro ordenador.
Incorpora dos entradas HDMI 2.0, una de tipo DisplayPort 1.4 y dos puertos USB 3.1 de tipo C, además de cuatro puertos USB-A
Curiosamente, para acceder a la salida de audio tenemos que desplegar un pequeño panelalojado en la base del monitor, justo delante de la peana. Este módulo incorpora, además del jack de 3,5 mm, dos puertos USB 3.1 de tipo A que junto a los dos puertos USB-A ubicados en la parte trasera del monitor dan forma a un concentrador USB al que podemos recurrir para conectar a nuestro ordenador algunos de nuestros dispositivos con esta interfaz de conexión.
Una prestación muy atractiva de este monitor que no podemos pasar por alto es su capacidad de lidiar con dos señales de vídeo simultáneamenteque pueden ser mostradas en la pantalla a través de las modalidades PBP (Picture-By-Picture) y PIP (Picture-In-Picture). La primera de ellas divide la pantalla en dos mitades y reproduce cada una de las señales de vídeo entrantes en una de estas dos mitades. Sin embargo, la modalidad PIP reproduce una de las señales entrantes en toda la pantalla y la otra en una ventana. El usuario puede conmutar de un modo de funcionamiento al otro en el momento en el que lo necesite pulsando uno de los botones alojados en la esquina inferior derecha del monitor.
Pruebas de calidad de imagen
Para analizar la calidad de imagen de este monitor recurrí a Eizo Monitor Test, una herramienta muy completa que todos podemos utilizar gratuitamente no solo para identificar la calidad de imagen de nuestro monitor, sino también si tiene algún píxel defectuoso. Afortunadamente, la muestra de Lenovo que recibí para llevar a cabo este análisis no tiene ningún píxel incapaz de cambiar de estado. Lo que más me sorprendió cuando llevaba unos minutos trabajando en los tests fue la precisión con la que el panel VA de esta pantalla reproduce el color, lo que nos recuerda lo mucho que se han acercado estos paneles a los de tipo IPS después de años de mejora continua. De hecho, ambas tecnologías están mucho más parejas ahora en todos los frentes de lo que lo estaban hace tan solo dos o tres años.
Por otro lado, la resolución de este panel es suficiente para mostrarnos las líneas que no van paralelas a los ejes X e Y y las curvas bien definidas. Además, los degradados de color que podéis ver en el centro de la pantalla son uniformes y no manifiestan ningún atisbo de banding, un defecto que suele aparecer bajo la forma de líneas de diferente intensidad de color que rompen la uniformidad de los degradados. Y, lo que si cabe es aún más importante, la entrega de luz de la retroiluminación es razonablemente homogénea en toda la superficie del panel. Solo aprecié una pequeña variación de intensidad en el extremo derecho de la pantalla, pero es algo sutil en lo que probablemente pocos usuarios repararían.
Este panel restituye los colores primarios de forma convincente. Tienen una saturación equiparable a la de los mejores paneles IPS que he tenido la oportunidad de probar y su homogeneidad es notable. Después de utilizarlo a diario durante un mes antes de preparar este análisis para llevar a cabo todo tipo de tareas puedo aseguraros que este monitor rinde a las mil maravillas tanto en un escenario de uso estrictamente profesional como a la hora de reproducir vídeo. Incluso videojuegos. Eso sí, es importante tener en cuenta que me estoy ciñendo a su calidad de imagen. Es posible utilizarlo con juegos, pero su tiempo de respuesta (4 ms según Lenovo en modalidad extrema) puede dejar con ganas de más a los jugones más avanzados.
Por último, en la prueba que nos ayuda a identificar cómo se degrada la imagen cuando miramos el panel desde un ángulo muy pronunciado este monitor ha salido razonablemente airoso. No iguala, como es de esperar, el rendimiento en esta prueba de un panel OLED, pero se acerca mucho a los mejores paneles IPS que he analizado. Desafortunadamente no sé qué técnica han utilizado los ingenieros de Lenovo para mejorar sus ángulos de visión, pero es probable que se trate de un filtro óptico similar al que utilizan algunos fabricantes de televisores LCD con panel VA en sus modelos de mayor tamaño.
Lenovo ThinkVision P44w: la opinión de Xataka
Me gustaría empezar estas reflexiones finales reconociendo el enorme impacto que puede tener en nuestra productividad un monitor como este. Lo he utilizado durante muchas horas para trabajar y me ha permitido mantener desplegadas simultáneamente las tres ventanas que necesito consultar casi de forma constante. Y en el día a día esta ventaja frente a un monitor convencional se nota muchísimo. Para mí va a ser difícil renunciar a algo así y volver a utilizar mi monitor convencional, que tiene un tamaño generoso pero no rivaliza con este de Lenovo, porque, y aquí llega uno de los hándicaps de esta pantalla, no puedo permitirme invertir en un monitor los más de 1.600 euros que cuesta este ThinkVision P44w.
El impacto de este monitor en nuestra productividad en un escenario de uso profesional es enorme
Su precio probablemente no representará una barrera para muchas empresas y profesionales que necesitan utilizarlo en entornos de desarrollo o con aplicaciones creativas. Y en estos escenarios se yergue como una apuesta segura porque su calidad de imagen, diseño y conectividad acompañan. La única pequeña pega que puedo ponerle más allá de su precio es la ausencia de unos altavoces integrados, aunque Lenovo nos ofrece unos fabricados por Harman Kardon que no he tenido la oportunidad de probar, pero que probablemente encajarán bien con la estética de esta pantalla. En resumen, tal y como os adelanté en las primeras líneas de este artículo, una vez que pruebas un monitor ultrapanorámico… estás perdido.
Fuente: Xataka
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