Lo de HTC con los teléfonos está más que explicado, la compañía taiwanesa acompañó el nacimiento de Android como uno de sus principales baluartes, llegando a dominar mercados como el norteamericano, pero fueron pasando los años y se fue haciendo pequeñita. En ese proceso nunca se perdió el valor de su nombre, y una gama muy reconocida en todos los niveles, especialmente en el escalón más alto, donde se encuentran los One M.
Un cambio de nombre: HTC 10
Hubo un momento en que la firma reconoció que lo que le funcionaba era la gama alta, y creó una familia One con teléfonos muy potentes en todos los sentidos. De ahí dimos un paso a un único terminal que iba a renovarse cada año - One M7, M8, M9 -, con algunas versiones mini en el camino. Este 2016 cambiamos de denominación y se cae la M, se cae el One, y nos quedamos con un número. A veces más simple es más responsabilidad, y tiene que venir con más cambios bajo el brazo.
Muchos esperamos un verdadero sucesor del fantástico One M7, pero también somos conscientes de que el mercado se ha puesto muy complicado, mucho más que hace un par de años. Hay que tener un brazo de investigación y desarrollo muy potente, y una economía muy saneada para acceder a componentes especiales, que los distingan del resto de dispositivos Android. En ese punto superior tenemos a empresas como Samsung o LG.
Diseño diferente, más limpio
No es preocupéis por el sonido, no se ha perdido, se ha transformado, ya hablaremos en otro apartado. No se nos olvida, uno de los teléfonos que más puso de moda el material metálico, vuelve en la misma línea. A mi personalmente el diseño general me gusta mucho más que el de los anteriores M.
El sensor de huellas es novedad y está en el frontal, bajo la pantalla, y tenemos un puerto USB Type-C (USB 3.1 Gen1). El logo sigue siendo grandote, en medio de la trasera, y como elemento de diseño más distintivo tenemos un corte de chaflán a lo largo del perímetro trasero, también hay un tallado en la zona que asoma por el frontal .
En cuanto a las dimensiones completas, el teléfono mide no es especialmente delgado, pero no está mal en todas sus cotas: 145,9 x 71,9 x 9,0 milímetros. El HTC 10 pesa 161 gramos.
Pantalla, un cambio necesario
No soy yo un defensor de las grandes resoluciones en las pantallas, no le termino encontrar la mejora en teléfonos que no sean muy grandes, pero en las gamas altas ya se va convirtiendo en habitual encontrarnos con paneles QHD - 2.560x1.440 píxeles-, así que en HTC ya tocaba (aunque no es el primero). Además, el hardware que lleva acompaña para asumir este cambio.
La pantalla crece ligeramente hasta las 5,2 pulgadas, pero bueno, podemos decir que está en la misma línea - hablamos de una densidad de 565ppp -. Dejando a un lado al más pequeño M7, los teléfonos One de HTC no se han movido de las 5 pulgadas, tamaño que consideramos que es el que prefiere la mayoría.
Lo que no cambia es el tipo de panel empleado, HTC sigue tirando de la tecnología IPS, en una nueva evolución conocida como Super LCD5. Tenemos protección Gorilla Glass en el frontal.
Snapdragon 820
Si no eres Samsung, Huawei o Apple, que se guisan su propio hardware, no queda otra que apuntar hacia Qualcomm. En la gama alta 2016 todos van a querer tener un Snapdragon 820 dentro, y afortunadamente no hay polémicas en su rendimiento como ocurrió con el 810 el año pasado.
HTC ha trabajado codo con codo con Qualcomm en todas las generaciones de teléfonos de gama alta, así que poca sorpresa aquí, y nosotros contentos de que así sea. Compartirá corazón con los LG G5, Mi 5 o Galaxy S7, así que en este sentido poco más habrá que pedirle a HTC.
Repasando la memoria vemos que en todo caso tenemos 4GB de RAM, pero podemos optar por 32 o 64GB en almacenamiento. Es posible ampliarlo mediante tarjetas microSD de hasta 2TB.
La batería también crece de tamaño, llega a los 3.000mAh. Aprovechando el chipset de Qualcomm, el HTC 10 tiene acceso al sistema de carga rápida Quick Charge 3.0, que es capaz de ponerte el teléfono al 50% de su capacidad en media hora.
HTC BoomSound sigue ahí
HTC presume de que su teléfono está certificado como Hi-Res Audio (24 bits), también los auriculares que cuentan con un amplificador dentro del equipo. HTC presume de que los auriculares son especiales en componentes.
Tenemos tres micrófonos para la grabación de audio de alta calidad, y para la reducción de ruido. Por último comentar que también pasa la certificación Dolby Audio y la de AirPlay de Apple, ¿el primero en Android?.
Los taiwaneses han cambiado la posición de los altavoces, pero nos aseguran que siguen siendo prioridad para ellos, y les colocan el mismo nombre: HTC BoomSound. Cuentan con el mismo diseño separado de tweeter y woofer, y un amplificador dedicado, pero van colocados en un lugar habitual: abajo y encima de la pantalla.
El software esperado
HTC siempre ha tenido prioridad por personalizar sus equipos, desde los primeros teléfonos nos hemos ido acostumbrado a ver la evolución de Sense, que empezó aportando muchas cosas que el sistema no tenía, y que poco a poco ha sabido dejar mayor espacio a Android, jugando simplemente con la imagen de la interfaz.
Este es el camino que se sigue tomando con el nuevo Sense, en su versión 7, desarrollada sobre Android 6 Marshmallow.
Había que mejorar la cámara para ser competitivos
Es uno de los principales usos de nuestro teléfono, y aunque mucha gente no vaya a descubrir las excelencias y diferencias que ofrece la gama alta, sí puede convertirse en un factor de compra. No vamos a negar que HTC ha estado siempre jugándosela, innovando con cosas como UltraPixel, que en la práctica no terminaron de gustar a la mayoría.
El año pasado se dejó de juegos y tiró por el camino que parecía más fácil, o al menos, radicalmente diferente: coger un sensor con muchos megapíxeles, tantos como 20. Tampoco consiguieron gran cosa, una cámara que por momentos rozaba el notable, pero lejos de lo que Apple, LG o Samsung te pueden ofrecer, si es que eres muy sensible a este apartado.
El palo al One M9 se lo dio la propia HTC con el A9, un teléfono mucho más asequible que tenía una cámara más decente, con 13 megapíxeles. De hecho toda la industria ha virado a cámaras de un tamaño moderado en megapíxeles, pero mayor calidad a la hora de recoger la información, y más florituras como asistencia en enfoque o estabilización.
Con el HTC 10 nos vamos al tamaño estrella, los de 12 megapíxeles, dentro de lo que ellos denominan como un sensor UltraPixel, posiblemente motivados por contar con fotodiodos de generoso tamaño: 1,55 micrones. Es interesante conocer que cuenta con asistencia láser en el enfoque.
Marchándonos a la lente también hay cosas que nos hacen pensar que hay buenos mimbres. Por ejemplo, hay estabilización en la misma, la apertura máxima de la lente de 26 milímetros es de f/1,8, y el sensor es capaz de registrar vídeo en formato 4K. Para los más creativos también hay un modo 720p a 120 imágenes por segundo, o posibilidad de trabajar las fotos en RAW. El flash es LED, de doble tono.
Terminamos con la cámara frontal, que monta un sensor de 5 megapíxeles (1,34 micrones), que también tiene estabilización en la óptica y una apertura máxima f/1,8. El angular baja hasta los 23 milímetros, y en este caso la grabación de vídeo se queda en el formato Full HD.
Fuente: Xataka
Fuente: Xataka
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