No ha pasado ni un año desde que Honor lanzó en España su última apuesta para la gama media / alta hasta la presentación de este Honor 90, que llega para renovar al mencionado modelo con nuevas prestaciones, pero con un mismo objetivo: la de ofrecer una alternativa bonita, potente y con una buena cámara, a aquellos usuarios que buscan un móvil que no supere los 500 euros.
Estas nuevas prestaciones de las que hablo, de hecho, son las que están destinadas a convencer a los usuarios a apostar por este modelo frente a otro de su competencia. Son las siguientes.
- Nuevo procesador: el Honor 90 incluye uno de los SoCs más recientes de Qualcomm para la gama media, el Snapdragon 7 gen 1.
- Cámaras mejoradas: todas las cámaras del Honor 90 —a excepción de la dedicada a la profundidad de campo— están equipadas con nuevos sensores.
- Más batería: se incrementa la capacidad de la batería respecto al Honor 70, aunque no su potencia de carga.
- Mejor pantalla: el Honor 90 tiene una resolución mayor y, por tanto, más densidad de píxeles.
El Honor 90, eso sí, compite en un segmento donde hay opciones muy interesantes y una gran variedad de modelos que destacan sobre una característica en particular frente a su competencia, lo que hace preguntarme si, realmente, estas mejoras hacen que este merezca la pena pagar por este smartphone y no por otro de Xiaomi, por ejemplo.
Repitiendo la fórmula
El aspecto y la pantalla del Honor 90 son dos puntos que cambian frente al Honor 70. Pese a ello, la compañía ha repetido la misma fórmula: la de ofrecer un diseño premium y una pantalla prácticamente sobresaliente.
Más allá del que, en mi opinión, el acabado de la parte trasera del Honor 70 era ostentoso, el smartphone tenía una construcción excelente que destacaba por su delgadez y ligereza y la buena calidad de sus materiales —algo que cuesta ver en móviles de este rango de precio—. En el diseño de este Honor 90, pasa prácticamente lo mismo. Con el añadido de que, esta vez, Honor ha acertado un poco más en el color de la trasera.
El Honor 90, en cierto modo, mantiene las mismas líneas de diseño que su antecesor. En primer lugar, continúa destacando por su delgadez, de 7,8 mm, y pese a sus 180 gramos se siente muy ligero. La calidad de los materiales es, además, sobresaliente. Es la que suelo estar acostumbrado a ver en un móvil de más de 900 euros.
Ahora bien, como he comentado, Honor ha hecho algún que otro cambio en el aspecto. Las esquinas son bastante más redondeadas y la curvatura de la pantalla es aparentemente menos pronunciada. La trasera, por otro lado, recibe un nuevo acabado mate en un tono entre verde y negro que, en mi opinión, es todo un acierto, y los dos módulos de cámara también tienen una nueva estética.
Me atrevería a decir que el Honor 90 es uno de los móviles más bonitos que hay actualmente en el mercado, pese a que no me considero muy fan de los protuberantes módulos fotográficos y de ese acabado tan mate de la parte posterior. Tal vez sea por ese tono verdoso de la trasera y la tan buena combinación que hace con los marcos de aluminio, que tienen un acabado brillante. O tal vez por las esquinas redondeadas y ese frontal ya no tan curvo. Pero el smartphone ha conseguido convencerme en este aspecto.
La experiencia de uso con el Honor 90 es muy buena, en parte, gracias a su pantalla. El terminal cuenta con un panel AMOLED de 6,7 pulgadas con una resolución de 1200 x 2664 y una frecuencia adaptativa de 120 Hz y es, en términos, generales, excelente.
Los colores están muy bien calibrados, tiene un brillo más que perfecto para cualquier escenario y la tecnología LTPO, que adapta la tasa de refresco dependiendo de qué está reproduciendo la pantalla, funciona muy bien. Honor, además, ha disminuido la pronunciación de la curvatura en la pantalla; sigue estando ahí como un añadido estético, pero al no ser tan drástica no crea ese efecto de sombreado al reproducir colores blancos que tanto odio.
Por cierto, debajo de la pantalla se esconde un lector de huellas dactilares del que no tengo nada que objetar. Funciona bien, es rápido, y puede complementarse con otros métodos de desbloqueo alternativos, como el reconocimiento facial, aunque este funciona vía software.
Lo último de Qualcomm para la gama media
Un año más, Honor ha apostado por Qualcomm para el procesador de su insignia para la gama media / alta. Esta vez, el Snapdragon 7 Gen 1, la continuación del Snapdragon 778G que ya incluía el Honor 70 y que llega con importantes novedades, como un rendimiento gráfico un 20 % mayor respecto a su antecesor y la compatibilidad con sensores de hasta 200 megapixeles. El Honor 80, además, cuenta con dos configuraciones de RAM y almacenamiento: una con 8 GB y 256 GB de memoria, y otra con 12 GB y 512 GB, con una diferencia de precio de 50 euros entre ambos.
En líneas generales, el Honor 80 hace un muy buen trabajo en cuanto a rendimiento; sin cortes ni lag en juegos y sin parones a la hora de realizar procesos algo más exigentes, como la descarga de aplicaciones de forma simultánea, etc. El terminal, además, no tiende a sobrecalentarse en exceso.
Este buen rendimiento se complementa con una batería de 5.000 mAh —200 mAh más que su antecesor—, que permite utilizar el smartphone durante todo el día sin limitar la frecuencia de actualización de pantalla o brillo e, incluso, en tareas exigentes. Incluye, además, una carga de 55 W y, lamentablemente, no cuenta con carga inalámbrica.
Cámaras: Honor da el salto a los 200 megapíxeles
Hablemos de las cámaras. El Honor 90, en concreto, incluye un total de tres lentes. Una de ellas, el sensor primario, tiene una resolución de 200 megapixeles. Le acompaña, además, una cámara ultra gran angular de 12 megapixeles que también hace la función de cámara macro, así como un sensor de profundidad de 2 megapixeles para las fotografías en modo retrato.
Donde vemos un cambio importante respecto al Honor 70 es en el sensor principal, que no solo aumenta considerablemente su resolución, sino también su tamaño. Ahora es de 1/1,4 pulgadas, un 25 % mayor frente a su antecesor, según el fabricante, y permite capturar un 11 % más de luz, afirma Honor.
Es una cámara que no deja indiferente, con buenos resultados en cuanto a color —un poco saturados para mi gusto, pero sin exceder demasiado— y detalle, sobre todo a plena luz del día. Echo en falta, eso sí, algo más de brillo en algunos escenarios, sobre todo cuando no hay luz del sol directa. Aunque en general, reitero, es una cámara que ofrece buenos resultados.
La cámara ultra gran angular pierde algo de detalle respecto al sensor primario y mucha información en las zonas más alejadas de la imagen, pero mantiene los mismos tonos y una correcta exposición. La cámara ultra gran angular, reitero, también permite tomar fotografías en modo macro, donde si la luz es buena se pueden conseguir resultados bastante decentes.
La cámara del Honor 90, además, tiene algún que otro modo adicional muy interesante, como una función de vídeo dual que permite capturar contenido con el sensor trasero y la cámara para selfies de forma simultánea.
¿Merece la pena el Honor 90?
El Honor 90, disponible por 549 euros en su versión de 8 GB de RAM y 256 GB de memoria interna, y por 599 euros en su variante con 12 GB de RAM y 512 GB de almacenamiento, ha demostrado ser un dispositivo que cumple e, incluso, destaca por encima del resto en dos puntos clave. Uno de ellos es su diseño, y más concretamente lo bien que está construido y lo cómodo que resulta: es delgado, poco pesado y visualmente atractivo. Hay pocas opciones así en su rango de precio.
Otro de los puntos más destacables del Honor 90 es su apartado multimedia. Principalmente, por su pantalla, que es muy buena en cuanto a reproducción de color e incluye algún que otro añadido muy bienvenido a la hora de jugar o visualizar contenido.
Aunque no es lo más destacable del terminal, el Honor 90 también hace un muy buen trabajo en términos de rendimiento, y tanto su batería como su cámara consigue estar a la altura del resto de sus prestaciones. Es, en resumen, un muy buen smartphone al que lo único que le objeto es que no cuente con carga inalámbrica.
Ahora bien, y como he comentado al principio de esta review, el Honor 90 repite prácticamente las mismas bazas que su antecesor: un diseño premium para hacer frente a una muy reñida gama media / alta. El reto para la marca va a ser la existencia de opciones igual de interesantes y con prestaciones similares que, incluso, se pueden conseguir a un menor precio, como el Xiaomi Redmi Note 12 Pro+, disponible actualmente por 449 euros. O el Pixel 7a, por poco más de 500 euros, si lo que buscas es un móvil con buena cámara.
En cualquier caso, lo que sí está claro es que el Honor 90 es una muy buena evolución del modelo anterior. Honor ha conseguido solventar algunos puntos flacos del Honor 70, como la exagerada curvatura en la pantalla y aportar a este nuevo smartphone alguna que otra mejora relevante, como un procesador más potente, un sensor de mayor tamaño o una batería ligeramente superior en un dispositivo con un diseño muy bien actualizado.
Fuente: Hipertextual
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