En la hoja de ruta de Apple para sus propios chips, la llegada de los M1 Pro y M1 Max debía estar marcada en rojo por la importancia de este hito para un segmento que siempre se ha asociado a la compañía: el mundo profesional.
El nuevo MacBook Pro (2021), en su versión tanto de 14 como de 16 pulgadas, es el capítulo final de la primera etapa grande de Apple como fabricante de sus propios SoC, tarea donde, tras analizar el nuevo portátil profesional en su versión de 16 pulgadas (y más potente), podemos afirmar que ha concluido de forma contundentemente acertada.
Ficha técnica del MacBook Pro (2021) de 16 pulgadas
Bienvenidos a 2008
Si los nuevos MacBook Pro de Apple llegaran en las cajas de los viejos modelos Unibody de allá por finales de los 2000, a nadie le sorprendería su diseño.
El rediseño del MacBook Pro ha sido tan radical como necesario. Y toda una "recogida de cable" de Apple en muchos aspectos
El shock al tener el nuevo modelo de 16 pulgadas en las manos, por mucho que uno haya visto tanto la presentación como las fotos oficiales, es de los históricos. Uno parece quedar trasladado 15 años atrás en el tiempo.
Aunque es inconfundible, el nuevo diseño del MacBook Pro traslada nuestra mente más de diez años atrás
Pero ese impacto visual inicial pasa pronto. Queda atrás la tendencia reductora de dimensiones de las últimas generaciones de portátiles profesionales de Apple para poner la sensatez por delante y dotar a un revolucionario interior de un exterior creemos que necesario.
En el diseño del nuevo Macbook Pro se mantienen los materiales de construcción de alta calidad, con el aluminio reciclado como protagonista total. El tacto es muy suave y frío, con líneas más rectas.
Uno de los puntos más llamativos a nivel visual lo encontramos en la parte inferior, donde se vuelve a una curvatura pronunciada en contraste con la rectilínea tapa superior. Y por supuesto destaca el aumento de grosor que no es tanto en cifras como visualmente. En realidad se pasa de 1.62 a 1.68 cm pero el efecto visual es mucho mayor.
Prueba de agudeza visual: ¿qué perfil de portátil asociarías al año 2021?
También parece pesar mucho más el nuevo MacBook Pro frente al modelo de 16 pulgadas al que sucede. Pero en la práctica solo aumenta 100 gramos.
El nuevo MacBook Pro de 16 pulgadas parece visualmente más grueso y pesado que el modelo de 2019 pero sin embargo las cifras son prácticamente idénticas
En cuando a los colores disponibles, aquí Apple no ha introducido novedades y deja los clásicos plata y gris espacial como únicas opciones disponibles para elegir.
La base del teclado es ahora del mismo tono que el propio teclado. Un nuevo signo de identificación del Macbook al tiempo que una mejora en la visualización nocturna de las teclas
La segunda gran novedad a nivel visual en este nuevo MacBook Pro salta a la vista nada más abrir el equipo. El teclado ahora queda montado sobre una superficie del mismo tono que las propias teclas con el objetivo de resultar más llamativo pero también dotar de mejor visibilidad a cada una de ellas cuando usamos la retroiluminación.
Entramos en la "nueva conectividad"
Del minimalismo de contar únicamente con puertos USB-C, que a nivel estético tan bien quedaban, se ha pasado a retroceder en el tiempo y recuperar dos puertos que den una conectividad más clásica y menos radical al nuevo MacBook Pro.
El puerto HDMI y la ranura para tarjetas SD regresan al lateral de un MacBook Pro para sumar comodidad y flexibilidad de uso sin estar pendiente de adaptadores todo el tiempo
El regreso triunfal a los laterales de un MacBook Pro ha sido para el puerto HDMI (resolución máxima de 4K a 60 Hz) y la ranura para tarjetas SDXC, que admite el estándar SD 4.0 y es compatible con tarjetas de tipo UHS-I y UHS-II.
El regreso del puerto HDMI
El objetivo, dado que se mantienen tres puertos Thunderbolt 4, no es otro que sumar facilidad para trabajar sin depender directamente de adaptadores cuando estamos en movilidad. En el lugar de trabajo ya usaremos los adaptadores necesarios para sacar todo el partido a esos puertos USB-C. Eso sí, al menos un puerto USB-A no hubiera sobrado vueltos ya al pasado (de los Macbook).
Magsafe, curvatura de la base, tapa rectilínea ... ¿de qué me suena todo esto?
También ha regresado con el nuevo MacBook Pro el conector de carga de tipo Magsafe en su tercera generación. Que la carga se pueda realizar con este conector no excluye que podamos realizar la carga por alguno de los tres puertos USB-C con carga rápida, pero eso sí, con ayuda del cargador de serie de 140 W que viene incluido en la caja y el cual es necesario para usar este puerto de carga. Con cargadores más clásicos de 65W, por ejemplo, no se realiza la carga mientras lo estamos usando, como hemos podido comprobar. Sí que se produce cuando tenemos el equipo sin uso.
Una pantalla espectacular
Una constante en los portátiles profesionales de Apple ha sido la calidad de sus pantallas. En este nuevo MacBook Pro esa máxima es contundente.
El MacBook Pro (2021) estrena tecnología Liquida Retina XDR donde lo más relevante es el panel de tipo miniLED que acerca la experiencia de visualización a la de un televisor de gama alta, consiguiendo un contraste y profundidad de negros asombroso (1,000,000:1)
El nuevo panel MiniLED con brillo de 1000 nits y tecnología ProMotion a 120 Hz es la guinda de la experiencia con el nuevo MacBook Pro de 16 pulgadas
El sistema miniLED del modelo de MacBook Pro de 16 pulgadas se compone de más de 2.500 zonas en las que se distribuyen los más de 10.000 puntos de luz individuales de tipo LED. Con ellos se consigue un brillo de 1000 nits que en sus picos puede alcanzar los 1600 nits.
El nuevo panel, como pasa en el reciente iPad Pro, estrena también tecnología ProMotion a 120 Hz, variado de manera avanzada el refresco de la pantalla entre los 10 y los 120 Hz. Apple deja en nuestras manos que podamos forzar a 60 Hz y algunos más, pero merece mucho la pena dejarlo ajustado en ProMotion porque la experiencia visual es de fluidez reforzada. También admite la pantalla un ajuste entre diferentes perfiles de color.
Tras pasar una semana con la tecnología ProMotion del MacBook Pro, uno acaba convencido de que, como pasa con los smartphones que incluyen una alta tasa de refresco, es algo a lo que cuesta renunciar una vez disfrutado. Y todo ello pese a que Apple tiene trabajo por delante para afinar el refresco adaptativo a toda la experiencia con el portátil.
La pantalla del MacBook Pro de 16 pulgadas tiene en realidad 16.2, ofreciendo una resolución de 3456x2234 píxeles, lo que le da para alcanzar una densidad de 254 ppp. La nitidez pues es máxima y muy acorde con el uso del equipo.
El marco superior se ha reducido bastante y ahora veremos cómo se ha conseguido
La fidelidad de color, contraste y brillo están al máximo nivel (vienen calibrados de fábrica), permitiendo una cómoda visualización en todo tipo de entornos y escenarios de uso.
Seis altavoces con refuerzo de graves
Aunque la calidad de sonido que obtenemos con unos buenos auriculares conectados al puerto de 3.5 mm (con gestión de modelos con alta impedancia) del MacBook Pro es de muy alto nivel, el sonido nativo del portátil no hay sido para nada descuidado por Apple.
Como en el caso de los iPad Pro, el sonido de los portátiles de Apple nos deja una amplia sensación de superioridad respecto a la competencia
Esta faceta sonora siempre ha estado bien cuidada por parte de la compañía. Tenemos claros ejemplos en el sonido del iPad Pro. La misma sensación de superioridad respecto a la competencia en el apartado sonoro la hemos comprobado con el sistema de sonido del nuevo MacBook Pro, ofreciendo fidelidad, excelente trabajo en todas las frecuencias y mucha potencia sin distorsión alguna.
Los altavoces vuelven a ser un elemento muy destacado en el MacBook Pro
El nuevo portátil profesional de Apple ofrece seis altavoces estéreo de alta fidelidad que vienen con refuerzo de graves y preparados para el sonido envolvente asociado a la tecnología Dolby Atmos. Y es una experiencia que rápidamente se comprueba como real incluso a muy baja potencia sonora.
Si preferimos usar auriculares inalámbricos de Apple, el portátil incluye soporte para audio espacial. La misma línea de calidad sigue el sistema de micrófonos incluidos en el equipo, que son tres en total.
Y el notch salpicó al Macbook
La controversia asociada a todo producto de Apple, con mayor o menor razón según a quién preguntes, en este MacBook Pro tiene a la pantalla como protagonista.
Con la llegada del notch al MacBook Pro uno siempre se queda con la duda de si era algo necesario o solo una manera de distinción
Por lo que te he contado sobre la experiencia con el panel habrás adivinado que la polémica no está asociada a la calidad de la pantalla sino a la llegada del notch al portátil de Apple. Parece broma pero ahí está.
El por qué del notch en este MacBook Pro, tanto en la versión de 14 como en la de 16 pulgadas, hay que buscarlo en la reducción del marco superior para alcanzar a los marcos laterales. Sí que queda la pantalla más simétrica pero quizás, viendo los marcos del MacBook Pro de 2019, tampoco era necesario esta llegada.
Pero ahí está. Y Apple ha tenido que adaptar su sistema operativo para que las aplicaciones tengan en cuenta a este intruso visual, del cual, como ha pasado con el notch en los teléfonos móviles, uno acaba olvidando, integrando en su visión natural de la pantalla o como mínimo, no dejando que le cause mosqueo alguno. En realidad, al contrario que en los teléfonos móviles, es un añadido que puede pasar perfectamente desapercibido para muchos usuarios.
La gestión del notch por parte de las aplicaciones o el sistema operativo no puede ser más sencilla: simplemente ignorarlo
Por ahora, la gestión que hace el sistema operativo y las aplicaciones del espacio que les roba el notch es simplemente ignorar que ese espacio está disponible y por ello, o lo saltan para continuar el menú principal tras el notch, o directamente lo consideran el final de la pantalla y por lo tanto proceden a agrupar o seleccionar qué iconos tiene derecho o preferencia para mostrarse en ese espacio hasta llegar al notch.
Entre Visualización y Compartir queda el hueco que el sistema operativo asigna para el notch
Por cierto, oculto en el notch encontramos la cámara FaceTime, con calidad máxima de 1080p (apertura f2.0) y procesamiento avanzado de imagen. El resultado es un salto adelante importante en la calidad de vídeo que conseguimos en las videollamadas incluso con condiciones de luz no muy favorables.
La mejora en la cámara FaceTime por fin es una realidad, pero Apple ha dejado de lado por ahora la llegada de FaceID a sus portátiles
Pero ni rastro de FaceID, algo que para algunos hubiera justificado quizás la presencia del notch.
Si quieres identificación biométrica solo tienes la opción de TouchID
Un lustro de vida para la TouchBar
Cinco años después de presentarla como un nuevo paradigma en el control (e interfaz) asociada a sus portátiles, la TouchBar desaparece del MacBook Pro con el mismo entusiasmo con el que fue acogida: ni frío ni calor.
Es cierto que era un paso que se veía que Apple acabaría dando más pronto que tarde por la poca ilusión con que la compañía trataba a este desarrollo últimamente. A su lugar regresa pues la fila física con las teclas de función.
En dicha fila se mantiene el botón físico para la identificación con huella basada en TouchID. Esperábamos que FaceID hiciera acto de presencia como sistema de identificación en los nuevos MacBook Pro pero finalmente no será en esta generación.
El sistema TouchID, con patrón circular, es cómodo, rápido y preciso
En cuanto al resto del teclado, no hay sorpresas en el tipo de mecanismo empleado ni novedades destacables en el funcionamiento. Tenemos mecanismo de tijera con teclas de perfil bajo y corto recorrido, muy silencioso en uso y cómodo para largas sesiones de escritura.
La retroiluminación no falta en el teclado del MacBook Pro (2021), con diferentes intensidades que se regulan de manera automática por medio de sensores de luminosidad. Como hemos adelantado, que el teclado ahora esté situado sobre un elemento del mismo tono oscuro mejora ligeramente una visualización con poca luz que ya era excelente.
¿Y el touchpad? Pues sigue siendo el mejor del mercado por tamaño, pues es enorme al tiempo que ofrece un tacto agradable, preciso y con respuesta de gestos de sobresaliente. Incluye la tecnología Force Touch, que admite diferentes tipos de presión sobre su superficie.
Por mucho que uno esté acostumbrado, el tamaño del touchpad de los MacBook Pro siempre impresiona
Final de la primera gran etapa de Apple
La llegada de sus propios chips al segmento profesional podemos decir que supone el fin de la primera gran etapa de Apple en su plan por controlar cada aspecto de sus dispositivos.
Los nuevos MacBook Pro de 16 pulgadas, que es el modelo que hemos analizado, cuentan en su interior con los procesadores de Apple más potentes hasta la fecha.
El M1 Max (hay configuraciones con M1 Pro) ofrece una CPU de diez núcleos (2 de ellos de eficiencia), GPU de 32 núcleos, Neural Engine de 16 núcleos y un ancho de banda de 400 GB/s. En la parte de decodificado multimedia los chips soportan nativamente H.264 y HEVC, así como el códec ProRes, pensando en todo momento en usos profesionales de edición de vídeo o postproducción en los que no solo importa la potencia bruta sino la optimización de los procesos.
A buen seguro que nuestros compañeros de vídeo le darían un buen uso al nuevo MacBook Pro de 16 pulgadas en el estudio de Webedia Madrid
Este procesador de gama profesional se puede configurar con 32 o 64 GB de memoria unificada e interna de hasta 8 TB. De serie, el modelo más básico con el M1 Max ofrece la combinación de 32 GB de memoria y 1 TB de almacenamiento interno.
La potencia bruta del MacBook Pro de 16 pulgadas queda de manifiesto tanto en las pruebas con GeekBench (1767 en modo Single Core, 12408 en MultiCore y 33020 en OpenCL) como especialmente en CineBench R23, donde queda por encima del Intel Core i9-9880H y a la par que el más reciente Core i5-12600K (de 10 núcleos) en GeekBench y Cinebench R23 (salvo en multinúcleo, que el último de Intel lo supera).
Algo de lo que no muchos equipos pueden presumir es del mantenimiento del rendimiento ya esté conectado a la corriente o usando la batería. El MacBook Pro de 16 pulgada nos dejó la misma puntuación en los test de Cinebench tanto funcionando con alimentación continua como con la batería.
Tener el MacBook Pro funcionando con batería no penaliza el rendimiento global del equipo, algo muy a considerar para trabajadores en movilidad
Ese excelente rendimiento en benchmarks queda fielmente trasladado a las pruebas reales con tareas asociadas a la edición de vídeo, sonido o imágenes. Final Cut Pro, Logic Pro, Affinity Photo ... se ejecutan con fluidez máxima y el trabajo con los proyectos ambiciosos es ágil e inmediato.
Da lo mismo estar navegando con Safari que editando enormes RAWs o creando miles de pistas de audio y montando un vídeo 8K. Y lo mismo pasaría con el juego si no fuera porque no es un mercado al que los desarrolladores miren si hablamos de Mac. Hemos probado por ejemplo Shadow of the Tomb Raider a resolución 1080p y hemos podido jugar con tasas superiores a los 75 fps.
Como es habitual en los portátiles de Apple, las unidades SSD son un elemento muy destacado y que se sitúa entre lo mejor del mercado en su categoría. Con el test Disk Speed de BlackMagic medimos la velocidad de funcionamiento de las unidades SSD montadas en este nuevo MacBook Pro de 16 pulgadas, obteniendo unas cifras altísimas que rozan los 6000 MB/s en modo escritura y superan los 5300 MB/s en lectura.
El camino a seguir en eficiencia y ruido en funcionamiento
Si el rendimiento bruto y en el día a día con el MacBook Pro hemos quedado plenamente satisfechos, qué decir del excelente hacer de Apple a nivel de calor generado, consumo y por ende, de ruido en funcionamiento.
Del funcionamiento del M1 Max impresiona no solo su rendimiento sino lo logrado para que sea muy difícil oír los ventiladores en marcha
En esta semana usando como equipo principal del nuevo MacBook Pro de 16 pulgadas me ha dejado muy sorprendido el nivel de ruido en funcionamiento del equipo. Y es que es prácticamente nulo. Y cuando lo digo no me refiero solo a momento de navegación web ligera o tareas nada exigentes o básicas.
Al nuevo MacBook Pro es casi imposible causarle suficiente estrés como para poder decir que dispone de ventiladores. Y en el caso de que se enciendan para tareas más exigentes a nivel gráfico, el ruido es prácticamente inapreciable. Un ejemplo: ninguno de los portátiles analizado este año con el test Cinebench R23 lograron pasarlo sin un ruido muy evidente. Con el MacBook Pro no han llegado a encenderse en ninguna pasada con el test.
Que el MacBook Pro 2021 sea tan silencioso en funcionamiento no es solo cuestión del rediseño del ventilador o de las entradas de aire de los laterales en su parte inferior, sino de la eficiencia del sistema en general y de los procesadores M1 en particular. Algo que se aprecia también por el poco calor generado y la transmisión del mismo a zonas conflictivas del equipo.
Autonomía a lo MacBook Pro de toda la vida
El MacBook Pro de 16 pulgadas goza en su interior de una inmensa batería de 100 Wh que, según Apple, debería ser suficiente para ofrecerle una autonomía al equipo de hasta 21 horas en modo de reproducción de contenido de Apple TV o de 14 horas en navegación web.
Para nuestras pruebas de batería nos interesaba medir concretamente la autonomía del equipo en un escenario más real que el de solo navegación web ligera o solo reproducción de contenido, además en la optimizada aplicación de la propia Apple.
Si con los procesadores de Intel Apple ya había demostrado maestría para conseguir una gran autonomía, el uso de sus propios chip ha confirmado su buen hacer
Como en las pruebas con otros portátiles, usamos el MacBook Pro de 16 pulgadas en tareas habituales de navegación web, ofimática, redes sociales, reproducción de vídeo, mensajería instantánea, música/vídeo en streaming y, en este caso, con más carga de programas de edición de fotografía, vídeo o audio.
La jornada de trabajo, con conectividad todo el tiempo, brillo alrededor del 40-50% y modo de reposo en muy contadas excepciones, se alargó más allá de las 10-11 horas en todos los casos.
Igual algún antiguo usuario de los viejos Macbook habrá echado alguna lagrimilla por este regreso al lateral de un portátil de Apple
Como hemos indicado, la carga principal de este MacBook Pro se realiza vía conector Magsafe de tercera generación, el cual funciona como ya conocemos: conexión de tipo magnética e indicadores LED en su superficie para poder tener una aviso luminoso del estado de la carga.
Con Magsafe 3, la carga del MacBook Pro se realiza de manera bastante ágil, alcanzando el 50% en algo menos de 35 minutos.
El cargador de serie, de 130 W, es grande pero no en exceso. Admite usar el cable Magsafe o un USB-C clásico
El cable incluido con el cargador acaba en un puerto USB-C, y el extremo del conector magnético tiene acabado trenzado que nos transmite una robustez que esperemos que sea real, algo necesario en una conexión que está pensada para sufrir tirones habituales, algo que no se lleva bien con el cable clásico de Apple.
Apple MacBook Pro (2021), la opinión y nota de Xataka
La primera generación completa de portátiles que adoptan los SoC de la propia Apple se ha completado de manera sobresaliente con los nuevos MacBook Pro. El modelo de 16 pulgadas con el procesador mas ambicioso, el M1 Max, ha demostrado en la realidad todo lo que se esperaba de él y de la buena posición de Apple en este segmento tanto en potencia bruta como, muy importante, eficiencia.
El MacBook Pro de 16 pulgadas llega para llenar un vacío importante en el ámbito profesional asociado habitualmente a Apple, y lo logra uniendo una excelente pantalla, el regreso de puertos importantes todavía y por supuesto, un precio que en las configuraciones más altas es elevado.
Y todo ello sin renunciar a una gran autonomía, teclado cómodo y fiable así como admitiendo errores como la TouchBar, la cual pasa a la historia de los portátiles de Apple.
Fuente: Xataka
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