Durante el Google I/O de hoy la compañía ha presentado un nuevo e interesante proyecto (entre otras cosas) en el que han estado trabajando últimamente: Project Starline. Mediante este servicio es posible hablar con una persona que se encuentra en otra ubicación física como si estuviera delante de nosotros gracias a un holograma a tamaño real. Si no son las videollamadas más realistas de la historia de la humanidad, se quedan cerca.
Project Starline no es una app, al menos no sólo una app. Se trata de un conjunto de hardware y software compuesto de múltiples cámaras y sensores junto a un gigantesco marco. En dicho marco veremos a la otra persona en su tamaño real y en tres dimensiones, mientras que el marco también recopila imágenes tridimensionales de nosotros para enviárselas a la otra persona.
Tres ingredientes para el truco mágico
En el video promocional se describe la experiencia como si estuvieras delante de la otra persona. Una experiencia que se consigue gracias al realismo del holograma para que captura la imagen en profundidad y gracias a que tiene exactamente el mismo tamaño que la persona real.
Durante el vídeo promocional Google describe que han sido necesarios tres factores para hacer realidad algo así. El primero de ellos es poder capturar con todo lujo de detalles a la persona que está hablando, de ahí que cuenten con múltiples cámaras que capturan en 3D y sensores de profundidad.
Una vez la información es capturada hay que hacer que llegue a la otra persona mediante Internet en tiempo real. Si a veces vemos a la otra persona pixelada en videollamadas, más aún debería ocurrir en un sistema como este que multiplica la cantidad de datos que recopila y envía. Google dice que un sistema interno se encarga de comprimir de forma considerada los datos para enviarlos y descomprimirlos en el otro lado. Todo en tiempo real.
Finalmente en el otro lado el marco de la otra persona se encarga de descomprimir los datos y mostrarlos en la pantalla de forma que parezca que el sujeto es real.
El sistema, al menos en el vídeo promocional, parece mágico. Da la sensación de que las dos personas están sentadas en la misma habitación y separadas solamente por un vidrio en un marco enorme. Este marco, claro, va a ser complicado que cada uno lo tenga en su casa. Es muy probable que si Project Starline llega a comercializarse en algún momento lo haga más para oficinas y profesionales que para hogares.
Fuente: Xataka
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