El concepto del primer celular que realizó la empresa de Motorola en 1973, era bueno porque incluía todos los componentes necesarios, en aquella época, para realizar llamadas hacia otras personas, pero a pesar de ser un invento útil e innovador, tenía un defecto: era enorme.
Muchos podrán decir que esto se debía al hecho de la distancia que se tenía que abarcar entre los oídos de las personas y la boca, para que se pudiera escuchar y decir el mensaje completo, y puede que tengan razón.
Sin embargo, no pudo quedarse de esta manera por mucho tiempo, todo evolucionó y conforme pasaba el tiempo, los desarrolladores optaron por crear modelos mucho más pequeños que pudieran ser fáciles de llevar y por ende, menos pesados, y lo consiguieron de una manera subliminal, tan sólo basta echar un vistazo al pasado para notarlo.
Parte de los cambios que sufrieron los teléfonos, fue la integración de pantallas, las cuales de igual manera, serían pequeñas porque tendrían únicamente las herramientas que fueran necesarias que era el envió de mensajes y llamadas, pero el paso de los años todo lo modifica y el tamaño de las pantallas no fue la excepción.
Por varios años, se manejaron varias medidas (3, 3.5, 4 y 4.7 pulgadas), hasta que se llegó a una medida estándar que aparentemente funcionaría para todos los usuarios de smartphones y para los mismos diseñadores: 5,5 pulgadas.
Ni muy grande, ni muy chica, una medida que parecía ser perfecta y funcionar para todas las actividades que se realizaban entonces, sin embargo, las cosas cambian y el mismo ritmo de vida va evolucionando de manera tan rápida que requiere de herramientas que le sigan el paso.
Por esta razón y por las complicadas tareas que comenzaron a desarrollarse, es como los smartphones debían transformarse para ser más potentes, con pantallas que fueran más cómodas de ver y con una buena nitidez.
Con base en ello, es como se optó por ampliar la pantalla, la cual serviría para cubrir todas las necesidades que tienen las personas, y aquí es donde radica la respuesta a la pregunta planteada desde el comienzo: los contenidos multimedia son consumidos cada vez más, por lo que los fabricantes deben de adaptar sus dispositivos a esas tendencias.
En pocas palabras, las gráficas, tablas, documentos, imágenes, gifs y videos, por mencionar algunos de los contenidos que se observan diariamente, requieren de una gran calidad de pixeles y paneles que permitan su total apreciación, por lo que es necesario que todos los celulares tengan pantallas grandes.
Además del hecho que se necesita de mejor calidad, para no estar dañando la vista, porque se sabe que los usuarios tienen y usan los teléfonos un 24/7; así que la consecuencia de esto son smartphones de ratio 16:9, una medida grande y un tanto estorbosa, pero útil al final del día.
Sin embargo, parece ser que esto no parará aquí, porque los móviles con ratio 18:9 se acercan de manera sigilosa y planean apoderarse del mercado lo más pronto posible, lo que hace que la gente comience a plantearse otra interrogante: ¿con su implementación llegará una etapa estable o todo seguirá expandiéndose, al grado de volver a tener teléfonos como en 1973
¿Ustedes qué opinan al respecto, las nuevas pantallas crecerán o se estancarán?
Fuente: unocero
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