viernes, 28 de febrero de 2020

Aprende a blindar tu perfil de TikTok a prueba de hackers y haters


En la era de la creación de contenido, TikTok se ha posicionado como la segunda app más popular en todo el mundo, tan solo después de WhastApp. La aplicación, mayormente preferida por jóvenes entre los 14 y 27 años, permite crear y visualizar videos cortos que han llegado a viralizar bailes como Renegade, canciones por medio de retos de sincronización de labios, y hasta ha vuelto famosos a jóvenes que cuentan con millones de seguidores. Sin embargo, esta plataforma, con más de 1.5 mil millones de descargas a nivel mundial, también es un atractivo para spammers y ciberestafadores (Fuente Kaspersky Latam).

La popularidad de las redes sociales hace que estas sean campo fértil para los cibercriminales quienes lanzan campañas maliciosas en busca de acceder ilegalmente a la información privada de los usuarios. Aplicaciones como Facebook, Tinder e incluso TikTok requieren que los usuarios concedan bastante información personal. De hecho, se estima que este año la cantidad total de datos utilizados en línea alcanzará los 44 zettabytes, por lo que es importante que los usuarios comprendan los riesgos potenciales que afectan su privacidad personal y agreguen capas de protección para mantenerla.

“En el caso de TikTok, al ser una aplicación tan popular entre los jóvenes, es común que puedan verse expuestos a ciberataques como estafas, hackeo de cuenta o mensajes de acoso. Por esta razón, es recomendable que los usuarios adopten medidas de seguridad, como la desactivación de autoguardado de contraseñas y configurando sus cuentas, para evitar que la información que publiquen se extienda a personas fuera de su red de familiares y amigos”, explica Roberto Martínez, analista de seguridad senior en Kaspersky. 

Ya que no todos los usuarios de TikTok tienen buenas intenciones, Kaspersky ofrece los siguientes consejos para que mantengas tanto tu cuenta como tus datos privados seguros: 
  • Para evitar el hackeo de tu cuenta, configura los ajustes de ciberseguridad que TikTok ofrece. Pulsa en Administrar dispositivos y cierra sesión en los dispositivos que no uses pulsando en el ícono de papelera junto al dispositivo en cuestión y selecciona Eliminar.
  • Considera que TikTok no ofrece la autenticación de dos factores para iniciar sesión y sólo te da la opción de ingresar con un código de acceso que es enviado a tu teléfono móvil. El riesgo aquí es que, en vez de complementar tu contraseña, este código lo reemplaza, por lo que es importante no compartir ese código con nadie.
  • Si utilizas esta app únicamente para compartir videos con tus amigos, haz que tu cuenta sea privada; de esta manera, solo los seguidores aprobados por ti podrán ver tus contenidos.
  • No olvides que, aunque puedas hacer tu perfil privado, la descripción será visible para todos los usuarios de TikTok: no muestres allí información personal innecesaria como tu domicilio o número telefónico.
  • Evita el spam y mensajes de acoso, y permite únicamente las notificaciones de tus amigos. Desde la configuración de privacidad, ve a Quién puede enviarte mensajes y selecciona Amigos o Desactivado.

Además, los especialistas recomiendan proteger cada dispositivo con una solución de seguridad como Kaspersky Security Cloud, que reconoce la actividad del usuario y sugiere diferentes medidas de protección dependiendo de cada situación. La solución emite alertas cuando se produce una ciberamenaza o brecha, sugiriendo el cambio de contraseñas y comprobando las cuentas ante cualquier actividad inusual que haya podido suceder. 

Para más información sobre cómo configurar las funciones de privacidad en TikTok y demás redes sociales, consulta la herramienta Privacy Checker o visita nuestro blog.

Fuente: Infosertec

¿Cuáles son las diferencias entre EMUI 10 y Android 10?

Huawei ha actualizado una gran cantidad de celulares a EMUI 10, su interfaz personalizada bajo Android 10 pero... ¿qué características le faltan para tenerlo todo?



Huawei EMUI 10 es la interfaz para celulares de la empresa china, la mayoría de los que se han actualizado fueron lanzados entre 2018 y 2019. Ahora que Android 10 llega a estos teléfonos, nos hemos propuesto comparar esta interfaz con la de los teléfonos Pixel que es totalmente pura. Aquí puedes saber cómo descargar Huawei EMUI 10.

Para probar las funciones de la interfaz, hemos utilizado el Huawei Mate 20 Pro y el Pixel 4 XL, y estas son algunas de las diferencias que hemos encontrado entre la interfaz de la empresa china, y la original de Google.

Primero comparemos algunas de las pantallas de cada interfaz.

Esta es la pantalla principal de inicio. A la izquierda tenemos la de Huawei Emui 10 y a la derecha la de Android 10.

A la izquierda puedes ver que la pantalla de inicio de EMUI 10 muestra algunas aplicaciones, aunque estas pueden moverse a la segunda pantalla. Eso sí, a diferencia de Android 10 puro de los Pixel, los celulares de la empresa china no tienen cajón de aplicaciones.

En el celular de Huawei para ver más apps solo tienes que deslizar de derecha a izquierda en esta pantalla, mientas que en Android puro tienes que deslizar desde abajo hacia arriba para ver el cajón de apps.


A la derecha tenemos la forma en la que se visualizan las aplicaciones en el área de Ajustes, como puedes ver en EMUI 10 se notan más grandes.

En la pantalla de la aplicación de Ajustes podemos ver que cada empresa trata los iconos de una forma diferente, a lo que debemos sumar que la tipografía cambia. En Huawei observamos que todo se ve ligeramente más grande.

El centro de control se ve más grande en EMUI 10, a la derecha. 

En el centro de control, de nuevo a la derecha Huawei nos enseña iconos más grandes y más opciones en la pantalla principal, aunque ambos nos muestran las aplicaciones que tenemos abiertas en forma de pequeños iconos en la parte inferior. Eso sí, Android puro a la izquierda nos enseña apps que están de fondo y si tocas uno de esos iconos puedes ir a esa aplicación.

Al momento de visualizar las aplicaciones abiertas, Huawei las enseña más pequeñas, como puedes ver a la derecha. 

Y aquí vemos cómo la pantalla de transición entre aplicaciones abierta es diferente, y en este caso a la izquierda encontramos que Android puro ofrece el buscador y las aplicaciones que tienes en la pantalla de inicio como forma de acceso directo, algo que no ofrece Huawei.

Aunque Huawei base EMUI 10 en Android 10, ya que es una plataforma de software libre, la empresa ha colocado nuevas transiciones y gestos para cuando ejecutas diferentes acciones. A esto debemos sumar que la aplicación de la cámara de Huawei es totalmente diferente a la del sistema operativo "puro" de Google.

Sin embargo estos son solo detalles estéticos y hay algunas opciones de Android 10 que no están de momento disponibles en EMUI 10. Entre ellas tenemos dos muy destacados.
Live Caption: De momento solo disponible en los teléfonos Pixel, permite que el sistema operativo pueda colocar subítulos a cualquier video o audio, ya sea en línea o descargado en tu celular, grabado o en tiempo real, lo cual es incluso ideal para conversaciones con personas que hablan otro idioma.

Focus Mode: Como parte de la aplicación de Bienestar Digital, Android 10 ofrece una opción que permite apagar o desactivar las aplicaciones que selecciones para evitar distracciones, algo que permite que no veas videos en YouTube mientras haces la tarea o trabajas, por ejemplo.

EMUI 10, sin embargo, sí posee modo noche o oscuro, la posibilidad de conectar tu celular con computadoras de Huawei para poder compartir elementos y pantalla siempre encendida.



Fuente: Cnet

Larry Tesler, creador de la función copiar y pegar (‘copy / paste’) muere a los 74 años


Larry Tesler, en una foto de archivo de 1989. Tesler, quien creó la función copiar, cortar y pegar para computadoras personales, falleció esta semana a la edad de 74 años.

Nueva York (CNN Business) — Larry Tesler, un pionero de la informática personal acreditado con la creación de las funciones de cortar, copiar y pegar ‘cut /copy / paste’ , así como de buscar y reemplazar (search / replace), ha muerto. Tenía 74 años.

Tesler no era tan conocido como otros gigantes informáticos como Bill Gates o Steve Jobs. Pero jugó un papel central temprano en hacer que las computadoras sean accesibles para las personas sin títulos de ingeniería informática, es decir, la mayoría de nosotros.

Xerox (XRX), la compañía para la cual desarrolló las funciones, tuiteó la noticia de su muerte. “Tu jornada laboral es más fácil gracias a sus ideas revolucionarias”, decía el tuit de la compañía.



Las funciones de cortar, copiar y pegar y buscar y reemplazar se usan millones de veces al día sin que los usuarios piensen dos veces acerca de cómo fueron desarrolladas o por quién.

Pero antes del trabajo de Tesler, los usuarios de computadoras tenían que interactuar con programas torpes en diferentes “modos”, donde los mismos comandos significaban cosas diferentes dependiendo de cómo se usaran. Incluso un experto como Tesler descubrió que eso era un problema.

“La mayoría de los programas interactivos tenían modos, lo que siempre me hizo tropezar”, escribió en un artículo de 2012 sobre el desarrollo de copiar, cortar y pegar. Tesler se convirtió en un defensor de la eliminación de los modos de los programas de computadora. Su sitio web personal era nomodes.com.

La eliminación de modos abrió la puerta a cómo los usuarios de computadoras han interactuado con las computadoras personales durante los últimos 40 años. Gran parte de ese trabajo se realizó no en uno de los gigantes tecnológicos de hoy, sino en un laboratorio de computación en Xerox.

Hoy en día, la mayoría de las personas conocen a Xerox solo como un fabricante de copiadoras, pero en su apogeo, la compañía desarrolló gran parte de la tecnología que condujo a la computadora personal: el mouse, una interfaz gráfica de usuario que permitía más que líneas de texto en una pantalla. El trabajo se realizó en el Centro de Investigación Xerox Palo Alto con sede en Silicon Valley de la compañía, o Xerox PARC.

Tesler estuvo en el centro de esos esfuerzos, y se le atribuye haber acuñado los términos “interfaz de usuario amigable” y “navegador” durante su tiempo en Xerox.

Cuando Jobs visitó Xerox PARC en 1979, se reunió con Tesler. “¡Estás sentado en una mina de oro!”, le dijo Jobs según recordó Tesler más adelante. “¿Por qué no estás haciendo algo con esta tecnología? ¡Podrías cambiar el mundo!”.

Jobs tenía razón: Xerox no estaba aprovechando la investigación fundamental que se estaba realizando en Xerox Parc. Entonces, Apple se convirtió en el primero en hacer un uso amplio de la interfaz gráfica de usuario, así como del mouse y otras características. Tesler dejó Xerox para irse a Apple en 1980, donde asumió el cargo de vicepresidente y científico en jefe.

Mientras estuvo allí, ayudó a diseñar la computadora Macintosh, QuickTime y la computadora Lisa, una de las primeras computadoras personales en usar una interfaz gráfica de usuario. Fue Lisa la que popularizó los accesos directos ahora conocidos de copiar, pegar y deshacer. (C para copiar, V para pegar y Z para deshacer).

“Me identificaron por error como el ‘padre de la interfaz gráfica de usuario para Macintosh'”, escribió Tesler en su sitio web. “No lo fui. Sin embargo, una prueba de paternidad podría exponerme como uno de sus muchos abuelos”.

Tesler se quedó en Apple hasta 1997. En 2001 se unió a Amazon, donde se desempeñó como vicepresidente de experiencia de compra. Luego fue a Yahoo en 2005, donde fue vicepresidente de experiencia de usuario y diseño. Se le otorgaron numerosas patentes mientras trabajaba en esas empresas.

Hasta su muerte, Tesler se desempeñó como consultor de empresas como Western Union y la aplicación de toma de notas Evernote sobre cómo mejorar su experiencia de usuario en computadoras de escritorio y dispositivos móviles. Se dedicó a innovar, simplificar, mejorar.

“Como es mi personalidad, si alguna vez escucho a alguien decir que algo es imposible o extremadamente difícil, casi imposible, es un desafío y siempre trato de hacerlo”, dijo en una entrevista en el Museo de Historia de la Computadora de Silicon Valley en 2013.

Uno cosa que nunca superó: su odio a los modos. Condujo por California con la placa personalizada “NOMODES” (No Modos).


Fuente: CnnEspañol

Adiós, Live Tiles: Microsoft se prepara para decir adiós a las baldosas animadas de Windows 10




Las vimos por primera vez con Windows Phone 7. Aquellas baldosas animadas planteaban desde luego un elemento diferencial para una plataforma móvil que trataba de competir con iOS y Android. El cambio acabó llegando a Windows 8 y más tarde a Windows 10, pero ahora Microsoft se prepara para decir adiós a las Live Tiles.

Todos los incidios apuntan a ello: una compilación preliminar de Windows 10 de hace meses ya perfilaba un menú de inicio sin baldosas animadas, pero además Microsoft está preparando un nuevo conjunto de iconos coloridos a los que se unen las capturas que ya vimos de Windows 10X, su versión para dispositivos plegables.


¿Echarás de menos las baldosas animadas?


La opción que se presentó en Windows Phone 7 era desde luego original, y permitía combinar notificaciones en pantalla con esos lanzadores que permitían abrir las aplicaciones en ese sistema operativo móvil.



La opción se integró también en el menú de inicio de Windows 8, de Windows 8.1 y también acabó formando parte del menú de Windows 10, el sistema operativo que apareció en 2015 y que desde entonces se ha convertido en la gran propuesta de Microsoft en este ámbito.

No obstante su validez en un sistema operativo de escritorio no estaba tan claro: casi nunca tenemos a la vista ese menú de inicio —algo que sí ocurre en el móvil, cuya pantalla es era en si misma ese menú de inicio—, lo que hacía que las baldosas animadas fueran poco más que fuegos artificiales.



La característica podría despedirse de Windows 10 en 2021. Según Windows Latest Microsoft la prepara para una actualización posterior a Windows 10 20H2, la gran actualización que llegará en otoño de 2020.

El movimiento parece tener mucho sentido si comprobamos cómo por ejemplo las capturas de Windows 10X (en la imagen) ya mostraban un menú de inicio muy distinto y sin baldosas animadas.


A ese proyecto se le unen las noticias que han llegado estos días sobre ese nuevo conjunto de coloridos iconos que Microsoft está preparado para convertirse en la iconografía por defecto de Windows 10.



Fuente: Xataka

viernes, 21 de febrero de 2020

Adobe Photoshop cumple 30 años: un repaso a la aplicación fotográfica que lo cambió todo


El 19 de febrero de 1990 se ponía a la venta Photoshop 1.0, un programa para computadoras Macintosh que podía retocar imágenes en formato digital. Pronto cambió la manera en que entendemos la edición de imagen hasta el punto de que cuando notamos que una fotografía ha sido retocada decimos que han usado Photoshop. Hoy funciona en toda clase de dispositivos, se financia mediante suscripciones y se ha integrado en la nube. No es fácil resumir sus 30 años de historia pero lo hemos intentado con anécdotas y curiosidades que reflejan la huella de Photoshop en la computación, la fotografía y la cultura digital.

Photoshop no necesita presentaciones. No ya porque su nombre nos dé una pista de lo que es sino porque prácticamente todo el mundo lo conoce, seas o no usuario de este programa de edición de fotografía digital. Incluso si no has tocado un ordenador en tu vida habrás oído hablar de Photoshop o de la expresión photoshopeado cuando alguien publica una imagen excesivamente retocada.

El abuso de Photoshop empezó en las revistas de moda y en el papel couché y hoy sigue en Instagram, hasta el punto de que sus propios responsables quieren poner freno al exceso de retoques. Pero esto no quita que gracias a Photoshop hemos sido capaces de arreglar y mejorar imágenes durante tres décadas hasta el punto de que hoy parece algo tan simple como pulsar un par de botones en la pantalla táctil de tu smartphone.

Photoshop no fue ni es el único en su clase, pero sí fue un pionero, un software que potenció la computación para retocar imágenes, primero en blanco y negro, hasta las altísimas resoluciones actuales. Durante 30 años, Photoshop ha cambiado mucho, incluyendo funciones, automatizando las que ya incluía, ampliando su dominio en nuevas plataformas como iOS, iPadOS y Android e incluso cambiando su modelo de negocio del pago por licencia a la suscripción mensual o anual.

Photoshop 0.07


Su nombre es Shop, PhotoShop, y aunque oficialmente celebramos el 30 aniversario de Adobe Photoshop por su versión 1.0, antes de llegar ahí hubo una numeración anterior, como la 0.87, que se distribuía en ocasiones con el nombre de Barneyscan XP o la versión 0.63, más sencilla y en la que faltaban herramientas de selección, la varita mágica, la introducción de texto, el tampón o los degradados.

Pero esta historia empieza en 1987 con Photoshop 0.07, de nombre en clave Bond, cómo no. De Photoshop 0.07 a 1.0 hubo varias versiones y muchos cambios. Básicamente, el origen de Photoshop era el de un visor de imágenes. O esa era la idea de Thomas Knoll. Su hermano, John, le convenció para ir más allá.

De Display a Photoshop


Display fue el primer nombre que recibió Photoshop. Se lo dio su creador, Thomas Knoll. El motivo del nombre es que inicialmente era un software para ver imágenes en escala de grises en monitores monocromos, algo habitual en 1987.

Su segundo nombre fue ImagePro y se lo dio el propio Thomas. Finalmente lo llamaron PhotoShop, como podemos ver en el About de versiones primarias como la 0.63. Pero, como hemos visto antes, también se llamó temporalmente Barneyscan XP ya que se distribuyó como software de apoyo a un escáner de la marca Barneyscan.

Sin embargo, tras la compra por parte de Adobe, y desde su versión 1.0, Photoshop ha conservado su nombre hasta nuestros días con distintos apellidos y cambios en la numeración.


3 millones


Según el Museo de Historia de la Computación, Computer History Museum, Photoshop vendió 3 millones de licencias en sus primeros 10 años de vida. Un gran logro si tenemos en cuenta que la primera versión pública de Photoshop, la 0.87, distribuyó unas 200 copias bajo el nombre de Barneyscan XP y como acompañamiento a un escáner del fabricante Barneyscan.

Más de 3 millones de licencias desde Photoshop 1.0 (1990) hasta la versión 6.0 de septiembre de 2000. A lo que hay que añadir que al principio no tuvo versión para Windows y era un software exclusivo para Macs, en aquel entonces Macintosh.

Otra curiosidad. El precio de Photoshop 1.0 era de 895 dólares USA.

Computer History Museum


Mencionaba antes el Computer History Museum porque en 2013, Adobe decidió donar el código fuente de Photoshop 1.0.1 a este museo.

El código fuente se puede descargar gratis y usarse libremente, aunque sin ánimo de lucro. Según el Computer History Museum, el código fuente de Photoshop 1.0.1 consta de 128.000 líneas de código, 179 archivos y, como curiosidad, el 75% del código se escribió en lenguaje Pascal y el otro 15% en lenguaje ensamblador, ya que inicialmente Photoshop corría en computadoras Macintosh con microprocesador Motorola 68000.

En la página dedicada encontrarás comentarios sobre el código, capturas y otras curiosidades.

440 páginas


Cuando vemos capturas de pantalla de programas de ordenador de hace unas décadas, suele sorprendernos su simplicidad con respecto a lo que conocemos hoy en día. Pero no siempre es así.

En el caso de Photoshop, si bien ha cambiado mucho durante estos 30 años y ha crecido en tamaño, líneas de código, funciones y demás cambios, su versión 1.0 de 1990 ya apuntaba maneras. Un ejemplo, su manual de usuario. Con el nombre de User guide: Adobe photoshop Macintosh version y publicada en 1990 junto con el software, que venía en un disquete, cuenta con 440 páginas, nada mal para un software de hace 30 años.

Obviamente, en estas 440 páginas se explica largo y tendido cómo funciona cada herramienta de Photoshop para importar y exportar imágenes, pintar, editar, seleccionar elementos de una fotografía, trabajar con colores, alterar el tamaño de una imagen, emplear filtros, imprimir…

Picture Publisher


Todos tenemos una némesis, y en la tecnología también se dan casos de competencia feroz entre dos actores, marcas o productos. En el caso de Photoshop, su primer competidor fue Picture Publisher.

Primero fue propiedad de Astral y luego de Micrografx. Este editor, inicialmente para Macintosh, fue adaptado a Windows y se convirtió en la herramienta de imagen más popular para esa plataforma hasta la llegada de Photoshop a Windows 3.x.


Photoshop 2.5


La primera versión de Photoshop era exclusiva para Mac. También lo fueron las versiones 2.0 y 2.0.1 de junio de 1991 y enero de 1992, respectivamente. No es hasta noviembre de 1992 que Photoshop 2.5 se ofrece tanto para Mac como para Windows. Desde entonces en adelante, Photoshop siempre ha estado disponible para ambas plataformas.

Photoshop 2.5 introducía el soporte para 16 bits por canal y el menú filtros. Como curiosidad, el nombre en clave de Photoshop 2.5 para Mac era Merlin y el de su versión para Windows, Brimstone.

Y para ser más concretos, Photoshop corría en Macintosh con System 6.0 y en PC con Windows 3.1. Los requisitos de hardware eran de 4MB de RAM (8MB recomendados), 10MB de espacio en disco, pantalla compatible con VGA, ratón o similar y soporte para disquete o CD-ROM.

En cuanto a su precio, Photoshop 2.5 costaba 499 dólares USA.


‘Photoshopped’


Seas o no usuario de Photoshop, en la cultura popular han quedado expresiones como photoshopear o photoshopeado, del inglés photoshoping o photoshopped. La popularidad de esta expresión para decir que una imagen ha sido editada digitalmente es tal que incluso forma parte de diccionarios en inglés.

En el popular diccionario de slang Urban Dictionary, la expresión photoshopped se añadió al diccionario en abril de 2004. Otros diccionarios más clásicos también han ido incorporando Photoshop y palabras asociadas. Como ejemplos, el Collins English Dictionary, que habla de Photoshop, photoshops, photoshopping y photoshopped, o el Cambridge Dictionary. Incluso el Oxford Dictionary lo incluye en su versión online.

En español, las autoridades encargadas de recopilar la evolución del habla no están tan a la moda, por lo que si buscamos en el diccionario oficial de la RAE no encontraremos nada. Si preguntamos a Fundéu, organización más actualizada, encontramos una consulta cuya respuesta es: “Se recomienda utilizar una expresión pluriverbal con el verbo correspondiente y el nombre «Photoshop», como «editar imágenes con Photoshop» o «tratar imágenes con Photoshop»”.

Pero como ocurre con otras expresiones como whatsapear, wasapear y demás variaciones, seguimos usando la expresión photoshopear, más práctica que “editar con Photoshop”.


El primer retoque


Se conoce como Jennifer in Paradise, estaba disponible en formato TIF y se considera la primera imagen photoshopeada de la historia. Puede que técnicamente no sea la primera, pero sí es la más popular y la que ha permanecido como tal en la historia de Photoshop.

En esta imagen se muestra a una joven en topless de espaldas a la cámara, sentada en una paradisíaca playa. Jennifer, la protagonista de esta imagen de ensueño, es la esposa de John Knoll, co creador de Photoshop, y en aquel entonces su pareja sentimental. La imagen la hizo John durante sus vacaciones en la playa de Bora Bora. Ambos se habían conocido trabajando en Industrial Light & Magic.

La imagen pasó a ser la primera en color para demostrar las bondades de Photoshop a futuros clientes, una fotografía para demostraciones internas que ha pasado a la historia.

Thomas Knoll


Resulta curioso que tras un software tan popular como Photoshop apenas se sepa nada sobre sus creadores. Photoshop siempre ha estado asociada al gigante Adobe, pero sus creadores fueron los hermanos Thomas y John Knoll.

Thomas Knoll estudiaba en la Universidad de Michigan cuando programó su propio software llamado Display para ver imágenes en monitores monocromos. Su hermano mayor, John Knoll, que entonces trabajaba para Industrial Light & Magic, le animó a mejorar su software y convertirlo en un editor de imágenes. Cuando estuvo terminado, se lo vendieron a Adobe, que lo distribuyó hasta nuestros días.

Así empezó todo. Pero, ¿qué fue de los hermanos Knoll? Thomas Knoll, el creador original de Photoshop, estuvo implicado en su creación hasta la versión CS4 de finales de 2008. 20 años trabajando en y para Photoshop. En adelante, decidió centrarse en el soporte para imágenes RAW trabajando en el complemento Camera Raw.


Tknoll


Tknoll es la página personal de Thomas Knoll donde publica fotografías que ha realizado en sus muchos viajes por todo el mundo. La página es muy sencilla y las imágenes son espectaculares, un ejemplo de que Knoll es tan buen fotógrafo como programador.

La página muestra como categorías países y continentes para ver las imágenes de cada zona del planeta donde Knoll ha hecho fotografías, básicamente de animales y naturaleza.

John Knoll


Por su parte, John Knoll se ha dedicado la mayor parte de su vida a su oficio anterior a Photoshop como supervisor de efectos especiales. En la actualidad es jefe creativo de Industrial Light & Magic, la empresa en la que trabajaba cuando ayudó a su hermano en el desarrollo de Photoshop.

No hemos visto a John Knoll en el cine, aunque hace un cameo Star Wars Episodio I, pero sí ha participado en los efectos visuales de películas tan importantes como la trilogía de Star Wars de 1997, Pacifim Rim, Avatar, la saga de Piratas del caribe y un largo etcétera.

Mark Hamburg


Cuando se habla de Photoshop 1.0 se dice que en él trabajó un único desarrollador y que el cambio a Photoshop 2.0 fue que en esta segunda versión trabajaron dos desarrolladores. La paternidad de Photoshop es de Thomas y John Knoll, pero si se puede hablar de un tercer padre, ese es Mark Hamburg.


Hamburg empezó a trabajar en Adobe Systems en 1990 como Senior Computer Scientist, y su primera tarea fue dedicarse a Photoshop 2.0. Además de introducir los patrones, Hamburg se centró en que la asignación mínima de memoria RAM subiera de 2 a 4 MB. Además, contribuyó a la estabilidad y buen funcionamiento del programa.

Su contribución a Photoshop ha hecho que se le apode como “arquitecto de Photoshop”. En 1999 recibió el premio a Inventor del año por la Silicon Valley Intellectual Property Law Association.



2019 Sci-Tech Awards


Los Oscars premian a directores, actores, guionistas y otras categorías más técnicas. Pero a nivel tecnológico, la organización de los Oscars reconoce a quienes han contribuido al cine con tecnología a través de los Sci-Tech Awards.

El año pasado, los hermanos Knoll fueron premiados en los 2019 Sci-Tech Awards por ser los creadores de Adobe Photoshop. El premio también lo recibió Mark Hamburg, quien se unió a los hermanos Knoll como desarrollador a partir de Photoshop 2.0.

Knoll Light Factory


Aunque John Knoll no se involucró en Photoshop al nivel de su hermano, no hay que quitarle mérito. Contribuyó en la primera versión y con los años ha ido dejando también huella.

Un ejemplo es Knoll Light Factory, un software que recrea distintas condiciones de luz y reflejos. Knoll creó esta herramienta durante su trabajo como supervisor de efectos visuales.

Inicialmente funcionaba en Photoshop pero en la actualidad sirve para trabajar con Adobe After Effects y Adobe Premiere Pro.

The Photoshop Hall of Fame


The Photoshop Hall of Fame es un proyecto creado en octubre de 2000 por la Asociación Nacional de Fotógrafos Profesionales y que se dedica a premiar a quienes han contribuido con su trabajo a difundir, desarrollar o enseñar Adobe Photoshop al mundo.

La ceremonia de los premios se realizó entre 2000 y 2016 durante la Photoshop World Conference & Expo. En su página se pueden encontrar los premiados y conocer su labor y contribuciones.

KelbyOne


Lo que antes se conocía como Asociación Nacional de Fotógrafos Profesionales, en inglés National Association of Photoshop Professionals, es hoy en día KelbyOne, una de las empresas, organizaciones o como queramos llamar más importantes dedicadas a organizar eventos, talles y formación sobre Adobe Photoshop.

Como mencioné antes, se encargaban de los premios The Photoshop Hall of Fame. En la actualidad, además de ofrecer tutoriales y cursos online y presenciales, organizan de manera anual el evento más importante sobre Photoshop, el Photoshop World Conference, iniciado en 1999 y cuya última edición fue el año pasado. Todavía no hay fechas para la edición de 2020.

Creative Suite


Durante estos 30 años, Photoshop ha pasado por varias fases, y una de ellas tiene el nombre de Creative Suite, nombre que acompañó a Photoshop desde 2003 con Adobe Photoshop CS 8.0. Para entonces, Photoshop había crecido tanto en funciones y características que necesitaba un cambio de enfoque y una reestructuración.

La rama Creative Suite de Photoshop tuvo varias versiones desde CS a CS6, de 2003 a 2012. Si bien en esta época se introdujeron mejoras y cambios a raudales, no todos fueron bien recibidos y, en general, las críticas fueron dirigidas al tamaño de Photoshop en disco y a su monopolización de recursos, en especial RAM y CPU.


Creative Cloud


Adobe se dará cuenta tarde o temprano de la importancia que tiene internet en ese momento y en cómo Photoshop tiene que integrarse con las nuevas tendencias de subida y publicación de imágenes, almacenamiento online, etc.

De aquí surge la rama Creative Cloud de Photoshop que se publicará desde 2013 en adelante. En numeración clásica, cubre las versiones 14 en adelante. Entre los muchos cambios internos y externos, destaca el cambio de licencia, ya que en vez de adquirir el software una vez, deberás estar suscrito y realizar un pago mensual o anual, una tendencia en alza desde que Netflix y Spotify la popularizaran en sus respectivos mercados. Y que recibe el nombre técnico de software como servicio.

Las capas


La edición digital de fotografías no sería tan avanzada sin las capas. Curiosamente, no hubo capas o layers en Photoshop hasta 1994 con su versión 3.0. Las versiones anteriores, 1.0, 2.0 y 2.5, no contaba con esta característica que ha facilitado tanto la edición gráfica.

En la actualidad, prácticamente cualquier herramienta gráfica cuenta con capas, ya sea un software de escritorio, una app móvil o una aplicación web para ejecutar desde el navegador.

La varita mágica


Disponible ya en Photoshop 1.0, la varita mágica ha estado siempre ahí, aunque obviamente ha mejorado mucho con los años.

En la actualidad, otras herramientas de edición gráfica cuentan con esa función de selección automática a partir de un mismo color o patrón, pero la diferencia entre un software y otro es la efectividad con que actúa esta varita en una imagen.

La familia Photoshop


Cuando Adobe dejó de darle la espalda a las plataformas móviles, vio que la competencia en en sistemas como Android o iOS se habían especializado en distintas tareas de retoque fotográfico. De ahí la decisión de lanzar distintas aplicaciones bajo el nombre Photoshop.

En la actualidad, si echas un vistazo a Google Play o App Store, verás que no hay un único Photoshop. Encontrarás Elements, Lightroom, Express, Fix, Sketch, Mix… Eeso sin contar otras aplicaciones complementarias como Adobe Scan o Adobe Capture.

Adobe Photoshop 2020


La versión más reciente de Photoshop recibe el nombre de 2020. En numeración clásica, corresponde a la versión 21 y se lanzó a finales de 2019.

Disponible para Windows y Mac, como viene siendo habitual, una de sus principales novedades es la inclusión de una versión para iPad, algo muy esperado en especial desde la existencia de iPad Pro, una versión más profesional de la tableta de Apple.

Con esta versión para iPad, Adobe Photoshop se pone al día de nuevo, y es que, a pesar de cumplir 30 años, y pese a algunos errores y polémicas, Photoshop sigue siendo una de las referencias en la edición digital de fotografía.


Fuente: Hipertextual

Xiaomi Mi Note 10 Pro, análisis tras un mes de uso: de vuelta a la guerra de los megapíxeles

El Xiaomi Mi Note 10 fue, o más bien, es un teléfono bastante completo. Es un gama media premium con todas las de la ley y, como es normal en Xiaomi, ha recibido un hermanito más potente, con más memoria y almacenamiento, apellidado "Pro": Xiaomi Mi Note 10 Pro. Es un terminal que, como su ¿antecesor? cuenta con cinco cámaras en la parte trasera gobernadas por un sensor principal de 108 megapíxeles, procesador Snapdragon 730G y pantalla curva casi sin marcos.

Analizarlo al completo es, por lo tanto, un poco redundante. El Mi Note 10 nos dejó un muy buen sabor de boca en su análisis, pero en el caso del modelo Pro hemos optado por usarlo como nuestro móvil personal durante un mes, enfocándonos más en la experiencia de uso. ¿Y qué tal ha sido esta? Salgamos de dudas.


Bonito por fuera, aunque pide a gritos una funda

Detalle de la parte trasera del Xiaomi Mi Note 10 Pro
Lo primero que llama la atención del Xiaomi Mi Note 10 Pro es el diseño de su parte trasera. Literalmente, las cámaras se expanden hasta casi la mitad del chasis del terminal por el lateral izquierdo, primero en un módulo con tres lentes, luego con una lente bastante generosa y luego con un sensor macro. Bajo el módulo está el flash LED de doble tono y, abajo del todo, el logo de la marca. Es llamativo a simple vista, pero hagamos un par de apuntes.

El módulo sobresale, y sobresale mucho. ¿En qué se traduce esto? En que dejar el móvil sobre una mesa con la pantalla hacia arriba es sinónimo de tocar en una esquina y que tiemble bruscamente. Para muestra, un GIF como el que tienes justo bajo estas líneas. El módulo es generoso en grosor, y la única forma de solucionar este problema es ponerle una funda como la que Xiaomi ha incluido en la caja (la típica funda de silicona transparente).

Otro aspecto a destacar es que la ubicación de los sensores macro y gran angular (los dos que están abajo) es un poco incómoda. ¿Por qué? Primero, porque dependiendo de cómo cojas el dispositivo puedes darle con el dedo a la lente y ensuciarla, y segundo porque las lentes gran angular y macro, si sujetas el teléfono en vertical, "ven" el dedo índice, lo que obliga a tener que reposicionar la mano para sacar la foto correctamente. Cuestión de acostumbrarse.


Dicho esto, aunque a simple vista puede parecer más grande de la cuenta, el sistema de navegación gestual de Android y los gestos de MIUI como el de deslizar hacia abajo en la pantalla para desplegar las notificaciones, hacen que sea cómodo de usar con una sola mano. Tampoco es excesivamente pesado. De hecho, la sensación en mano es de equilibrio. No llega a ser tan ligero que se note frágil, ni llega a ser tan pesado que cueste usarlo. Está muy bien conseguido.

No es particularmente fino, mucho menos si tenemos en cuenta el grosor del módulo, pero es cómodo de sujetar gracias a la curvatura de la trasera. Ahora bien, es un dispositivo resbaladizo y, ya que hablamos de sujetarlo, también conviene destacar que las huellas se quedan muy marcadas en el polímero que domina la parte trasera, pero como hay una funda incluida en la caja, nada que no se solucione poniéndosela.


Más elementos a destacar de la construcción son la inclusión de USB tipo C, el altavoz (que se escucha bien, pero mejor no ponerlo al máximo y mantenerlo al 75%), el jack de auriculares y el sensor infrarrojos, dos elementos que cada vez vemos menos y que solo aprendes a valorar cuando los tienes y que solo echas de menos cuando te los quitan. Reconozco que poder cambiar de canal con el móvil es un puntazo y, en la práctica, el sensor infrarrojos ha resultado ser bastante útil.

En cuanto a la pantalla, vamos a ir a por partes. El frontal está dominado en su práctica totalidad por ella, salvado el notch en forma de gota que hay en la parte superior y que permite a Xiaomi arañar unas cuantas pulgadas más de pantalla efectiva. Es un panel AMOLED de 6,47 pulgadas con resolución FullHD+ de 2.340 píxeles de alto por 1.080 píxeles de ancho, lo que se traduce en 398 píxeles por pulgada y un aprovechamiento del 87,8% del frontal. El notch, para aquel que lo considere una molestia, se puede ocultar vía software.


El panel se ve perfectamente, tanto a nivel de brillo, contraste, colores o respuesta, sin problemas en el día a día como quedó claro en el análisis del Xiaomi Mi Note 10. Insisto, es el mismo móvil con más memoria, así que la experiencia es igual, tanto en lo positivo, que ya lo hemos repasado, como en lo negativo. Porque haber puntos negativos los hay, y el principal es la pantalla curva.

La pantalla curva cumple una función más estética que funcional y no aporta en exceso a la experiencia del día a día

Más allá de lo puramente estético, la pantalla curva no me ha terminado de convencer por dos cosas. La primera, las sombras, apreciables a simple vista. Basta con mirar el teléfono de frente para darse cuenta de que en las curvas del panel la pantalla se torna grisácea, y es algo que una vez ves, no puedes dejar de ver. La segunda son los toques accidentales, que no son excesivamente comunes, pero están ahí. En más de una ocasión he notado que la pantalla no respondía y era por estar tocando la curva con la mano sin querer.


Por último, no está de más mencionar el lector de huellas, que se encuentra, como en casi todo gama alta actual, debajo de la pantalla. Es un sensor de huellas óptico, por lo que ilumina la huella cuando ponemos el dedo encima, y funciona sorprendentemente bien. Está en una ubicación cómoda y el rendimiento es más que correcto, incluso cuando no ponemos todo el dedo sobre el sensor. También tiene desbloqueo facial en dos dimensiones (así que de noche su rendimiento cae bastante) y desbloqueo con dispositivo Bluetooth cercano, que si usas un reloj inteligente puede ser de lo más útil.

En pocas palabras, el Xiaomi Mi Note 10 Pro es un teléfono llamativo a la vista, bonito y fácil de usar con una sola mano, pero que peca de ser resbaladizo y de tener ciertos detalles, como la ubicación de las cámaras, que pueden ser molestos, sobre todo cuando empiezas a usarlo. La pantalla, como decía, se ve muy bien y la resolución, para mí, es correcta, aunque las curvas aportan más a lo estético que a lo estrictamente funcional.

Más RAM, más almacenamiento y una batería sobresaliente



¿Qué decir del rendimiento? Lejos quedan aquellos móviles Android de gama media que no rendían como se podría esperar, porque el Snapdragon 730G y los 8 GB de memoria RAM (ocho gigas en un gama media, quién lo diría) brillan por sí solos. No he echado en falta ni un ápice de velocidad, no he tenido lag de ningún tipo y, si bien la temperatura aumenta cuando jugamos como en todos los móviles, la disipación de calor cumple con creces su cometido y no he apreciado que se caliente más de la cuenta.

Lo mismo, exactamente lo mismo, se puede decir del almacenamiento interno. Mi móvil personal es un dispositivo con 64 GB que no consigo llenar nunca, así que con 256 GB basta con echar las cuentas. Esta cifra es el doble que el Mi Note 10 estándar, así que si con 128 GB tienes suficiente, con 256 GB UFS 2.1 vas a tener todavía más.

La única pregunta que cabe hacerse es si realmente merece la pena el salto del Mi Note 10 al Mi Note 10 Pro, puesto que las diferencias, como decíamos, son estas dos que hemos comentado. El Mi Note 10 salió al mercado por 549 euros, mientras que esta versión Pro sube a 649 euros. ¿Merecen la pena esos 100 euros por 2 GB de memoria RAM más, que no se notan en el día a día, y 128 GB de memoria interna adicionales? Queda a juicio del usuario.


Hablemos del sistema operativo, que no es otro que MIUI 11 basado en Android 9 (habría sido de agradecer que fuera Android 10). Es una capa de personalización que poco o nada tiene que ver con Android puro, como bien sabrán los usuarios de móviles Xiaomi, y la cantidad de opciones que ofrece el software es cuantiosa. En lo que respecta a la experiencia, salvando Mi Remoto, la grabadora de pantalla y el segundo espacio, que sí pueden ser útiles, el resto de funciones son de uso muy puntual. No molestan, pero tampoco aportan en exceso.

El Xiaomi Mi Note 10 Pro ha sido lanzado con Android 9 Pie cuando Android 10 lleva varios meses en el mercado

Lo que es innegable es que MIUI 11 va muy bien. Es fluido, las animaciones están muy cuidadas y los pequeños detalles, como que cierres la app de ajustes y la rueda dentada del icono se mueva, son de lo más vistosos. Tiene modo oscuro, que se aplica a toda la interfaz, y buen surtido de bloatware preinstalado, como Facebook, Amazon, WPS Office, eBay, Netflix y una carpeta con cinco juegos. También tiene publicidad en algunas aplicaciones propias de Xiaomi, pero desactivarla es bastante sencillo.


El único punto negativo que le puedo sacar al rendimiento es la app de cámara. Ahondaremos más en la experiencia fotográfica más adelante, pero estamos hablando de que tenemos un sensor de 108 megapíxeles que usa tecnología Pixel Binning para sacar fotos de 27 megapíxeles. ¿En qué se traduce eso? En que las fotos tardan bastante en procesarse y en que hay cierto lag al cambiar entre los modos. La captura es rápida, pero si pulsamos en el icono de la galería para ver la foto inmediatamente tendremos que esperar a que se procese.

La experiencia con la batería es exactamente la misma que con el modelo anterior. En el motor de este dispositivo hay 5.260 mAh, más que suficientes para superar el día de uso y llegar a las 10-12 horas de pantalla activa, unas ocho si le exigimos un poquito más. Con un uso moderado, normal, de apps de mensajería, alguna partida, consumo multimedia, redes sociales y correo, superar el día es lo normal. La autonomía es, sencillamente, fantástica y uno de los grandes argumentos del dispositivo. Mención especial merece la carga rápida de 30W (se incluye cargador compatible), que recarga la batería por completo en una hora y media.

Vuelta a la guerra de los megapíxeles



Pasamos así al apartado de la fotografía, donde encontramos el principal argumento de ventas de este Xiaomi Mi Note 10 Pro y de su hermano no-Pro. ¿Por qué? Porque el dispositivo pone a nuestra disposición ni más ni menos que cinco sensores entre los cuales destaca el de 108 megapíxeles. A su lado, un teleobjetivo de 12 megapíxeles y dos aumentos, otro teleobjetivo de 5 megapíxeles y cinco aumentos, un ultra gran angular (117º) de 20 megapíxeles y un macro de 2 megapíxeles.

Sobre el papel suena realmente bien, pero hay que tener una cosa en cuenta: a diario y usando el modo automático no se sacan fotos de 108 megapíxeles. El dispositivo se vale de la tecnología Pixel Binning para agrupar cuatro píxeles en uno y, en la práctica, eso se traduce en fotos de 27 megapíxeles. Y es algo que se agradece a nivel de memoria, porque cada foto de 108 megapíxeles pesa 20 MB, que es lo que pesa un RAW de mi cámara réflex. Más o menos, por cada 50 fotos a esa resolución llenaríamos 1 GB de almacenamiento, aunque ya hemos dicho que con 256 GB eso no es mayor problema.


Dicho esto, y yendo directamente al grano, ni el sensor de 108 megapíxeles ni la lente adicional que se ha montado (8P) se notan en el día a día . Si nos paramos a pensar en qué hacemos con las fotos, la mayoría posiblemente acaben en Instagram (de cuya optimización para Android podríamos hablar en otro momento), Facebook, WhatsApp y demás redes sociales. Salvo que queramos imprimir una foto en un formato grande (y no hablamos de tamaño A4 o A5) o vayamos a necesitar reencuadrar la imagen (para lo que ya tienes las lentes con zoom), no tiene sentido disparar en el modo dedicado de 108 megapíxeles.

¿Cuándo se nota? Cuando hacemos zoom en el ordenador y nos fijamos mucho, mucho, mucho en los elementos más lejanos. Evidentemente, al tener más megapíxeles la pérdida de detalle al ampliar es menos drástica, pero tampoco es algo que se aprecie demasiado. La cámara es muy correcta y ofrece resultados buenos (con ciertos matices que comentaremos ahora), pero a la vista la diferencia entre una foto de 27 megapíxeles y una de 108 megapíxeles no se nota.


Todo sea dicho, el lote de lentes y sensores es de lo más versátil. Al tener un gran angular, dos telefotos y un sensor normal, podemos tomar hasta cuatro enfoques distintos desde una misma ubicación (muchos más si ampliamos y usamos el zoom híbrido). La cámara se comporta bien en ambientes iluminados y exteriores, con un HDR que cumple su cometido levantando sombras y reduciendo las luces. De noche,es inevitable que las fotos salgan más amarillas, pero el resultado es positivo.


El gran angular también es llamativo, pero la nitidez es bastante menor que la conseguida por sus lentes hermanas. La deformación de la lente está bien corregida y la exposición es correcta, así que como decíamos con respecto a tomar fotos en 108 megapíxeles, salvo que amplíes y te fijes en los detalles, en la práctica el sensor consigue fotos vistosas y correctas. Cuando lo usamos de noche, la calidad se resiente, el detalle cae y el balance de blancos tiende al naranja, pero el resultado sigue siendo más que suficiente.


Los dos niveles de zoom, x2 y x5, rinden bien y consiguen mantener el detalle de los elementos lejanos, pero hay dos cosas a tener en cuenta. La primera es que alternar entre ellos es bastante lento (lo que hablábamos de la app de cámara anteriormente) y la segunda que no puedes cambiar de lentes mientras grabas vídeo. Lo mismo de noche, un contexto en el que obtiene unos resultados buenos, aunque sacrificando algo de nitidez por la falta de luz.


De izquierda a derecha: sensor normal, zoom x2 y zoom x5.

Si exprimimos el zoom al máximo, que son 50 aumentos digitales, podemos conseguir resultados de lo más interesantes. Esta imagen, por ejemplo, fue tomada desde Córdoba el pasado domingo. La foto se tomó a pulso y simplemente se ajustó en la app de cámara la compensación de exposición para rescatar los detalles de la superficie lunar.

Foto de la Luna tomada con el Xiaomi Mi Note 10 Pro.
Mención merece también el modo macro, que si bien no es la mejor lente en lo que a nitidez se refiere (y tampoco es que sea una lente que usemos todos los días o a menudo), permite tomar fotos desde muy, muy cerca y rescatar bordes y detalles de los objetos. Estas fotos que ves bajo estas líneas han sido tomadas a unos cuatro centímetros de distancia y a la vista está que el resultado es bastante bueno. De noche, el rendimiento es parejo, pero se nota que la nitidez se reduce.

Ejemplos de fotos tomadas con la lente macro.

¿Y qué es un móvil en 2020 sin su correspondiente modo noche? El Xiaomi Mi Note 10 Pro cuenta con esta opción en su app de cámara y, en pocas palabras, toma una larga exposición de la imagen para arañar algo más de luz. El resultado es una foto con los colores amarillos más suavizados, más contraste, algo más de ruido y quizá demasiada claridad, pero eso no quita que pueda rescatar una escena demasiado oscura en un momento puntual.



El modo retrato es rápido y el recorte muy preciso, ofreciendo una buena detección de objetos y personas, sobre todo de día. De noche el rendimiento cae ligeramente, pero es algo común en todos los smartphones. La cámara permite ver el resultado "casi" en tiempo real, permitiendo ver qué zonas van a quedar o no fuera de poco, pero el desenfoque se procesa una vez se ha tomado la foto.



En lo que al selfie se refiere, ninguna queja. El nivel de detalle del sujeto es muy bueno, el HDR consigue recuperar las luces altas del fondo y la foto, en términos globales, es sobresaliente. Cuando aplicamos el modo retrato salen a luz algunas asperezas, como que el desenfoque queda demasiado artificial en algunas zonas (véase el pelo) y que las luces altas propias del fondo no se recuperan, quedando así el fondo quemado, pero el detalle de la cara es muy, muy bueno.


Por último, hablemos del botón de inteligencia artificial que hay en la zona superior de la app de cámara. ¿Usos? Teóricamente, mejorar las escenas mediante un análisis de las mismas. ¿Realidad? Colores demasiado saturados que hacen de la escena una escena poco fiel a lo que vemos con nuestros propios ojos. Para gustos, colores, y en este caso literalmente, pero yo he preferido dejarla desactivada.



Un mes con el Xiaomi Mi Note 10 Pro



Tras haber usado el Xiaomi Mi Note 10 Pro como mi teléfono personal durante un mes, me llevo un buen sabor de boca, aunque no puede evitar que haya ciertos matices que hagan que el sabor no sea completamente perfecto.

El primero es la pantalla, y es que bien el panel se ve muy bien y la respuesta táctil es correcta, las curvas de los laterales no me han terminado de convencer. No aportan nada a la experiencia diaria más allá de lo puramente estético y entorpecen el uso de un panel que, siendo objetivo, se ve muy bien. El terminal es bonito, llamativo, algo resbaladizo y fácil de usar con una sola mano, sobre todo cuando te acostumbras a cogerlo de forma que los dedos no tapen las cámaras traseras.

Sin objeciones en el rendimiento. Tanto para usar aplicaciones del día a día como WhatsApp o Twitter, como para jugar a juegos algo más exigentes como 'Chess Rush' o 'Call of Duty: Mobile', el dispositivo cumple con creces su cometido. Ya lo cumplía su hermano pequeño con 6 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento interno, y este lo hace exactamente igual, solo que algo más desahogado si cabe.


En cuanto a la autonomía, sin lugar a dudas es su principal baza. Ha habido ocasiones en las que no he cargado el móvil hasta la noche del segundo día y, cuando le he pedido algo más, porque haya salido a echar fotos o haya jugado más de la cuenta, ha sido capaz de aguantar el día como todo un campeón. Xiaomi ha hecho un trabajo excelente en este sentido y hay que reconocerlo.

Más allá de la fotografía, la autonomía es el arma más poderosa de este Xiaomi Mi Note 10 Pro

La cámara, por su parte, consigue buenos resultados porque la sensórica es buena, pero los 108 megapíxeles pasan más desapercibidos de la cuenta. No he tomado muchas fotos a 108 megapíxeles en el día a día porque, simple y llanamente, con 27 megapíxeles se consiguen resultados muy parejos, menos pesados y con un procesado más rápido. Me habría encantado ver esta resolución en un sensor algo más grande, pero como suele decirse, por algo se empieza.

En resumidas cuentas, el Xiaomi Mi Note 10 Pro es un terminal llamativo, bonito, solvente en cuando a rendimiento e interesante en términos fotográficos, si bien el sensor de 108 megapíxeles no termina de brillar en la experiencia diaria. Su precio es de 649 euros, algo más elevado que otros dispositivos de gama media premium o alta, y la pregunta que cabe hacerse es si merece la pena pagar 100 euros más que el Mi Note 10 por 2 GB de memoria y 128 GB de almacenamiento interno adicionales.


Fuente: Xataka