Es ésa época del año. La vuelta al cole, se acerca el otoño y Apple lanza nuevos iPhones. Los iPhone 14 y iPhone 14 Pro ya están en las tiendas y en Xataka ya los hemos probado. Hace unos días os trajimos nuestras primeras impresiones del iPhone 14 Pro y hoy le toca el turno al análisis en profundidad.
Confieso que tenía muchas ganas de echarle el guante a la nueva generación 'pro'. Es una evolución muy continuista en muchos aspectos, pero rompedora en otros. Por primera vez desde el iPhone X tenemos otro frontal con esa isla dinámica y la cámara da el mayor salto de resolución en años. Veamos todo lo que ofrece el nuevo iPhone 14 Pro para conservar su puesto en el podio de los mejores teléfonos del año.
Ficha técnica del iPhone 14 Pro
DIMENSIONES Y PESO | 147,5 x 71,5 x 7,85 mm 206 g |
---|
PANTALLA | Super Retina XDR 6,1 pulgadas True Tone, HDR ProMotion 120 Hz 2.532 x 1.170 px, 460 ppp 2.000 nits, contraste 2.000.000:1 Pantalla siempre activa Isla dinámica |
---|
PROCESADOR | Apple A16 Bionic |
---|
RAM | Por confirmar |
---|
ALMACENAMIENTO | 128/256/512 GB/1 TB |
---|
CÁMARAS TRASERAS | - Principal:48MP, f/1.78, 24mm, OIS
- Ultra angular: 12MP, f/2.2, 13mm
- Teleobjetivo: 12MP, f/2.8, 77mm, OIS
|
---|
CÁMARA FRONTAL | 12MP, f1.9, enfoque automático |
---|
SISTEMA OPERATIVO | iOS 16 |
---|
CONECTIVIDAD | 5G (sub-6 GHz) LTE Gigabit con MIMO 4x4 y LAA Wifi 802.11ax (6.ª gen.) con MIMO 2x2 Bluetooth 5.3 Chip de banda ultraancha NFC |
---|
BATERÍA | Capacidad por confirmar Carga rápida 20W Carga inalámbrica 15W |
---|
OTROS | IP68 Sonido estéreo FaceID |
---|
PRECIO | Desde 1.319 euros |
---|
Diseño: un iPhone 13 Pro con nuevo notch
Si no encendemos la pantalla, el iPhone 14 Pro apenas ha cambiado con respecto a la generación anterior, por lo que no nos vamos a detener demasiado en comentar su diseño. Para que os hagáis una idea de hasta qué punto se parecen, durante estos días no han sido pocas las veces en las que he cogido el iPhone 13 Pro pensando que era el 14.
Eso sí, hay un cambio en las dimensiones del módulo de cámara que hace que no nos valga la misma funda del 13 Pro. Las lentes del iPhone 14 Pro son un pelín más grandes, pero donde más lo notamos no es en el diámetro, sino en que sobresalen más y el móvil se queda bastante más torcido cuando lo dejamos sobre la mesa.
La novedad del diseño aparece cuando encendemos la pantalla y vemos la isla dinámica. Apple le ha puesto este nombre tan rimbombante, pero no deja de ser un nuevo notch que soluciona el mismo problema de siempre: no es posible esconder la cámara y los sensores de FaceID bajo la pantalla (al menos de momento). Pero mientras que el notch estaba ahí estático siempre, este nuevo notch viene aderezado con un montón de funciones y animaciones que veremos más adelante y que hacen que tenga cierto sentido más allá de albergar unos sensores.
La isla dinámica tiene un nombre muy rimbombante, pero no deja de ser un nuevo notch que soluciona el mismo problema de siempre: no es posible esconder la cámara y los sensores de FaceID bajo la pantalla.
Si nos fijamos únicamente en su forma y tamaño, como ya dije en el primer contacto, la isla dinámica es peor solución que el notch en el sentido de que "se come" más la pantalla, empujando el contenido un poco para abajo. Sin embargo, es un poco más estrecho y, al tratarse de un agujero, visualmente parece más ligero que el notch clásico.
La isla dinámica vs el notch en el iPhone 13 Pro.
Apple también dice que el nuevo iPhone 14 Pro tiene unos marcos alrededor de la pantalla ligeramente más finos que los del modelo anterior. Si vamos a las specs veremos que el iPhone 14 Pro es 1 milímetro más alto y el ratio pantalla-cuerpo pasa de 86 a 87% (según datos de GSMarena). ¿Se aprecia a simple vista? No. La sensación es que el aprovechamiento del frontal es el mismo que el de las generaciones anteriores.
Como veis, son pocos los cambios en el diseño en esta nueva generación, pero no tiene por qué ser algo malo. Es un móvil con un tamaño bastante contenido que en mano resulta algo pesado para sus dimensiones (206g, 2g más que el iPhone 13 Pro). Su construcción es impecable, aunque el agarre es la parte que no me termina de convencer. Los bordes rectos se clavan un poco en la mano y el cristal mate resbala bastante, aunque el metal del marco ayuda a que se nos "pegue" un poco más a la mano (y las huellas también). Si lo llevas con funda como yo, estas pequeñas pegas desaparecen y da mucha más seguridad en el día a día.
Pantalla: un nuevo frontal más brillante que nunca
Vamos con la pantalla, uno de los apartados que más cambia en esta generación, aunque no por las especificaciones. Sobre el papel, tenemos un panel casi calcado al del modelo anterior. Repite con tecnología OLED (cómo no) y diagonal de 6,1 pulgadas. Hay un ligerísimo aumento de resolución, pero no lo vas a notar.
Por supuesto, seguimos contando con los 120Hz de tasa de refresco que se estrenaron el año pasado. La pantalla va como un tiro, es fluida y responde ágil a nuestros toques. Se disfruta sobre todo jugando, pero también se nota simplemente navegando por los menús. Todas las animaciones se sienten supersuaves y ligeras. Por supuesto tenemos tecnología LTPO que va ajustando la tasa de refresco dependiendo de las necesidades del momento, ayudando a que el consumo de batería no se dispare.
Cuando estamos usando el móvil a pleno sol se nota bastante ese aumento en el brillo máximo.
La principal mejora de la pantalla del iPhone 14 Pro se centra en el brillo, el cual alcanza picos de hasta 2.000 nits (en los iPhone 13 Pro, el pico máximo era de 1.200 nits). No es algo que vayas a percibir todo el tiempo, pero cuando estamos usando el móvil a pleno sol se nota bastante ese aumento en el brillo máximo. Yo lo he agradecido sobre todo al hacer fotos a mediodía, cuando el sol está en su punto más alto.
Nada que objetar en cuanto nitidez, colorimetría o ángulos de visión. Sí, seguimos en FullHD+, pero con 460 puntos de densidad no vas a ver el píxel. Apple sigue sin dejarnos ajustar la calibración, en su lugar delega esa tarea a True Tone para que vaya ajustándola según las condiciones de iluminación y la verdad es que lo hace de maravilla.
La experiencia visual mantiene un nivel altísimo y mejora con ese push de brillo máximo, pero donde están las verdaderas novedades de esta generación es en las nuevas funciones. Hablamos de la isla dinámica y la pantalla siempre encendida. Las vemos en profundidad.
La isla dinámica: así afecta a la visualización
Era uno de los cambios más notables según las filtraciones y se acabó confirmando en la presentación. El notch desaparecía para dar paso a una solución que llevamos viendo bastante tiempo en Android: un agujero ovalado en pantalla. Pero Apple no se queda ahí y lo justifica como nadie añadiendo un montón de funciones, aunque esto lo veremos en el apartado de software, aquí nos vamos a centrar en la posición, su tamaño y como nos afecta a la hora de ver contenido.
Una cosa curiosa de la isla es que en realidad no es un óvalo como parece, sino que en realidad son dos agujeros: uno ovalado a la izquierda para los sensores de FaceID y uno redondo a la derecha para la cámara frontal. Apple lo unifica todo "pintando" ese óvalo negro para que quede bien centradito y simétrico. En la foto de la izquierda hemos jugado con Photoshop para que podáis ver lo que hay detrás de la isla. Normalmente se ve únicamente el óvalo completo, sólo cuando la pantalla está apagada y la luz incide en cierto ángulo, descubrimos la trampa.
Sin entrar en las funciones de software que ofrece, como decía en el apartado de diseño, la isla dinámica molesta más que el notch. Es más estrecha, pero está más metida dentro de la pantalla y empuja el contenido hacia abajo, desaprovechando un poco de espacio del panel. No es mucho y nos nos va a cambiar la experiencia de forma dramática, pero se nota. Como una imagen vale más que mil palabras, ahí van unos cuantos ejemplos que ilustran bastante bien las diferencias.
La isla mide 21mm de ancho, mientras que el notch mide 27mm.
Según nuestras mediciones, la isla se "come" 2 milímetros más de pantalla.
Visualización de contenido con notch o con isla dinámica. No es mucha diferencia, pero con isla nos cabe un poco menos de contenido en la pantalla.
Un detalle de las capturas. Los iconos están casi igual de alineados, pero la barra de direcciones baja bastante con isla dinámica.
Queda claro que la isla entorpece más la pantalla, pero no es mucho y al rato incluso dejas de verla. Donde más se nota es a la hora de reproducir contenido a pantalla completa o al jugar. No he tenido problemas con botones superpuestos, pero que se ve y molesta más que el notch es innegable. La ventaja de esta isla es que nos pilla en un momento en el que ya nos hemos acostumbrado a tener algo en la pantalla y por eso quizás no nos molesta tanto.
La isla dinámica jugando y reproduciendo vídeos a pantalla completa.
Pantalla siempre activa: Always On en esteroides
La otra gran novedad de esta generación es la nueva pantalla siempre activa. Una vez más, Apple implementa algo que llevamos disfrutando en Android desde hace años (o sufriendo, según se mire), pero la propuesta de Apple es distinta. Aquí no tenemos una pantalla negra con un reloj flotando, sino que reduce el brillo de toda la pantalla de bloqueo, pero la vemos completa, fondo de pantalla incluido.
Aquí no tenemos una pantalla negra con un reloj flotando, sino que reduce el brillo de toda la pantalla de bloqueo, pero la vemos completa, fondo de pantalla incluido.
La pantalla siempre activa no reduce el brillo al mínimo siempre, sino que lo reduce lo máximo posible en cada situación para que podamos seguir viendo la pantalla. Es decir, que brillará más si estamos en un ambiente iluminado y menos si es un ambiente más oscuro. Además de reducir el brillo, la pantalla baja la tasa de refresco a 1Hz para ahorrar batería.
Los primeros días usando la pantalla encendida me pasó varias veces que pensaba que la pantalla se había quedado, eso, encendida. Es mucho más brillante de lo que estaba acostumbrada por otras soluciones vistas en Android (luego veremos como impacta batería).
Sobre personalización acabaremos rápido: no hay. La pantalla encendida tiene exactamente el mismo diseño que nuestra pantalla de bloqueo con la misma foto, mismos widgets y demás. No hay opción de que, por ejemplo, sólo se vea el reloj. La única opción que tenemos es activarlo o desactivarlo.
Personalmente es algo que no uso en Android y que tampoco usaría aquí en el día a día. Intento mantener las notificaciones justas y no estar tan pendiente del móvil, pero con la pantalla encendida es imposible desconectar.
Sonido: bien de volumen sin distorsionar
Con el iPhone 13 Pro ya tuvimos muy buena experiencia en el apartado del audio y la historia se repite con su sucesor. Pese a tratarse del modelo más pequeño, nos da un sonido claro y con un volumen potente sin llegar a distorsionar. Con auriculares también tenemos un sonido de calidad, aunque toca tirar de Bluetooth o de adaptador Lightning si es que tienes alguno por casa, porque no viene incluido en la caja.
Repetimos con doble altavoz, uno situado en el borde inferior, junto al lightning, y el otro en el frontal, justo encima de la isla dinámica, en la junta que separa la pantalla del borde metálico. El altavoz inferior es algo más potente que el superior, pero no es una diferencia tan notable como en otros móviles donde el superior apenas se escucha si tapamos el otro. Esto nos da un efecto estéreo más rico y equilibrado.
Rendimiento: el listón ya estaba alto
Como cada año, Apple renueva su procesador móvil y el cerebro que da vida a esta generación es el Apple A16 Bionic. Sin embargo, por primera vez, la compañía incluye el nuevo chip solamente en los modelos Pro, dejando a los iPhone 14 y iPhone 14 Plus con un Apple A15 overclockeado. Estrategias cuestionables a parte, os contamos qué tal se porta el nuevo chip A16.
Lo cierto es que ya veníamos de un nivel altísimo con el chip del año pasado, por lo que no hemos notado un cambio abismal en el rendimiento. Todo se mueve fluido, no se calienta demasiado incluso tras un buen rato jugando y aún estamos esperando que aparezca lag o algún cuelgue puntual.
Ya veníamos de un nivel altísimo con el chip del año pasado, por lo que no hemos notado un cambio abismal en el rendimiento.
La evolución de este A16 se centra sobre todo en la eficiencia energética y no tanto en la potencia bruta, algo que vemos reflejado en los benchmarks si nos fijamos en la generación anterior. También nos daba pistas Apple en su keynote, cuando comparaban el rendimiento del A16 con el A13 y no con el modelo inmediatamente anterior. En resumen, una evolución más bien tímida pero que pese a ello sigue muy por delante de su competencia.
Autonomía: manteniendo el tipo
Apple no nos da los datos de capacidad de sus baterías, pero ya los conocemos por otras vías y sabemos que el iPhone 14 Pro monta una pila de 3.200 mAh, que son 105 mAh más que el modelo anterior. Mi experiencia con el iPhone 13 Pro ya era buena en cuanto a autonomía, permitiéndome llegar al final del día sin problema en días de uso moderado. Con uso intensivo, por ejemplo en días de vacaciones, me tocaba pasar por el enchufe o tirar de powerbank hacia el final de la tarde.
El discreto de miliamperios/hora o la eficiencia del chip no se notan demasiado en el día a día y el iPhone 14 Pro nos da una autonomía muy parecida a la de su predecesor. En las capturas podéis ver los números que nos dio en dos días consecutivos, pero en los que hicimos un uso muy distinto del terminal.
Dos ciclos de carga con 'Always On' activado, pero con usos muy diferentes. A la izquierda, un día de mucha calle y hacer fotos. A la derecha un día en el que estuvimos en casa gran parte del tiempo.
A la izquierda, los datos de un día de uso intensivo en el que pasé gran parte del tiempo en la calle haciendo muchas fotos. Salí de casa con el móvil prácticamente al 100% y tuve que cargarlo a las 8 de la tarde. El iPhone 14 Pro dio unas 6 horas de pantalla activa y el ciclo total fue de 20 horas entre una carga y otra.
La captura de la derecha corresponde a un ciclo en el que estuvimos gran parte del tiempo en casa con alguna salida puntual. El uso fue más moderado en general y nos fuimos a dormir con un 31% de batería que pudimos estirar un buen rato a la mañana siguiente. En total, el tiempo de pantalla activa de este ciclo alcanzó aproximadamente unas 7 horas y media de pantalla. Aquí logramos estar casi 28 horas sin visitar el enchufe.
Desactivando Always On podemos arañar un poco más de duración porque sí, para sorpresa de nadie, tener la pantalla encendida tiene un impacto en la batería, aunque lo vas a apreciar tanto si estás de aquí para allá porque la pantalla se apaga cuando llevamos el móvil en el bolsillo.
Para sorpresa de nadie, tener la pantalla encendida tiene un impacto en la batería. Nos ha quitado alrededor de 1 hora de autonomía.
Cuando sí vas a notar la diferencia es en un día laborable y en un trabajo de oficina donde el móvil suele estar encima de la mesa todo el tiempo. En días así, la pantalla encendida nos ha quitado alrededor de 1 hora de autonomía. Es bastante, pero no parece mucho más de lo que consumen otros modos Always On, con la diferencia de que aquí la pantalla está literalmente encendida.
Pero aunque este Always On consuma poco en comparación a otros más básicos, consume bastante. Salvo que sea una función que te resulte muy práctica, lo mejor si quieres visitar el enchufe lo menos posible es que lo dejes desactivado.
Hablando de enchufes, Apple sigue sin subirse al carro de la carga rápida y esta generación soporta cargadores de 20W. Nos prometen alcanzar el 50% en 30 minutos de carga y en nuestras pruebas la cifra ha sido bastante aproximada a la realidad usando el cargador de un iPad Pro (porque no, no tenemos cargador incluido). Aquí la competencia está a años luz.
Software: iOS 16 a los mandos
iOS 16 ya ha llegado a todos los iPhones compatibles y, como no podía ser de otra forma, la familia 14 lo trae instalado de serie. Tenemos una actualización que nos trae bastantes novedades, aunque la gran mayoría son pequeños detalles que no suponen un cambio radical sobre lo que es iOS 15.
Un ejemplo de estos detalles es que ahora tenemos la opción de ver el porcentaje de batería en los iPhone que tienen notch o isla, algo que desapareció con la llegada del iPhone X hace ya cinco años. Hay muchas novedades menores en iOS 16 y su conjunto hace que el sistema operativo de Apple nos parezca más maduro y pulido.
Se pueden tener pantallas de bloqueo muy distintas con las opciones que nos permite iOS 16.
La gran protagonista de la nueva versión es sin duda la nueva pantalla de bloqueo que se hace más personalizable que nunca. Apple nos propone algunas opciones predefinidas, pero las podemos editar a nuestro gusto poniendo widgets, cambiando la tipografía del reloj y editando los fondos de pantalla con filtros de colores (efecto duotono aplicado en la tercera propuesta).
La gran protagonista de iOS 16 es la nueva pantalla de bloqueo, que se hace más personalizable que nunca.
Otra novedad de la pantalla de bloqueo es que ahora las notificaciones que nos llegan aparecen en la parte inferior y no en el centro. Es algo que me chocó un poco y que me resultó un poco desequilibrado visualmente, pero al interactuar con ellas entendí el objetivo. Si tenemos el móvil sujeto con una sola mano, podemos desplegar o abrir las notificaciones mucho más fácil que si están arriba. Un detalle que contrasta bastante con esa manía de iOS de ponernos el botón de 'Atrás' arriba a la izquierda, donde más difícil es llegar.
Un detalle interesante de la pantalla de bloqueo es que, si ponemos una foto de una persona de fondo de pantalla (y si no tenemos widgets), recortará la silueta para ponerla por delante del reloj. Solamente funciona con personas, si tienes la foto de tu mascota no se aplicará este efecto.
Personas sí, gatos no. Inyustisia.
Otra novedad que trae iOS 16 y que también tiene que ver con el recorte de figuras (y no discrimina a los gatos) es poder quitarle el fondo a las fotos rápidamente. Basta con mantener pulsado y nos podemos llevar el recorte a otra app e incluso crear un sticker de Telegram (no, WhatsApp aún no lo permite). El recorte suele acertar bastante bien.
Por lo demás, iOS 16 trae un montón de mejoras a las apps del sistema (que no son pocas, por cierto, aunque nos deja ocultarlas si queremos) como iMessage, Mail o Mapas. También trae mejores en la privacidad, la detección de textos mediante la cámara llega a los vídeos, nos deja editar metadatos de las fotos o hacer copias de seguridad con datos móviles entre otras.
Pero si hay una novedad de este iPhone 14 Pro que también afecta al software esa es sin duda la isla dinámica. Eso sí, en este caso no la podrás tener en otros iPhones ya que es exclusiva de los nuevos modelos. Veamos todo lo que podrás hacer con ella.
La isla dinámica en acción: una mala solución justificada con maestría
Si Apple se hubiera quedado simplemente en cambiar el notch por la isla, no habría tenido demasiado sentido, pero por supuesto que no iban a dejarlo así. Y es que la isla dinámica es toda una lección de cómo convertir un problema en una virtud.
A diferencia del notch, la isla se transforma según el contenido que nos esté mostrando; de ahí lo de 'dinámica'. A veces es una especie de barra de estado con pequeños iconos, otras es un widget y también puede ser un nuevo modo de gestionar la multitarea. Aunque acaba de ser lanzado, ya hay un montón de cosas que podemos ver y hacer a través de la isla dinámica y que podemos separar en dos bloques diferenciados: apps y procesos del sistema y apps de terceros.
A veces, la isla es una especie de barra de estado con pequeños iconos, otras es un widget y también puede ser un nuevo modo de gestionar la multitarea.
Sobre las apps de terceros, aún quedan muchas por adaptarse y aprovechar esta novedad, pero la cosa marcha. En el tiempo que he tardado en escribir la review, ha habido varias apps que se han actualizado para sacar partido de la isla dinámica, y la lista seguirá amentando.
Actualmente, los desarrolladores pueden usar las APIs NowPlaying para apps de reproducción de contenido y CallKit para apps que soporten llamadas. Esto ha estado disponible desde el inicio en apps como Spotify, Amazon Music, Audible, YouTube Music, WhatsApp, Instagram o Skype. De momento, estos serían los dos principales escenarios donde la isla dinámica interactúa con apps de terceros: reproducir contenido y hacer o recibir llamadas. Aquí algunos ejemplos:
Reproduciendo contenido en Spotify.
Cuando estamos reproduciendo audio, la isla nos mostrará la portada del disco o podcast en miniatura a la izquierda. A la derecha aparece una onda de sonido animada cuyo color va a juego con la miniatura. Si hacemos una pulsación larga sobre la isla (vale pulsar en cualquier sitio, incluso cerca de la isla, no hace falta acertar de pleno), se abre una especie de widget desde donde podemos controlar la reproducción.
Este es quizás uno de los usos más útiles ya que nos permite parar la música, adelantar o volver atrás y hasta elegir si queremos reproducir en otro dispositivo a través de AirPlay. El fallo en mi opinión es que el widget debería abrirse con un toque simple en lugar de prolongado. Si quiero abrir la app, ya tengo el icono de la app para hacerlo, mientras que si pulso en la isla lo lógico es que quiera ese widget. No es un drama, pero al menos en mi cabeza tiene más sentido así.
La isla cuando recibimos una llamada desde Teléfono y WhatsApp.
Obsesión por los detalles. La onda de voz cuando habla el interlocutor es verde, la nuestra es naranja.
Con respecto a las llamadas, comentar que solamente se abrirá este widget en las llamadas entrantes. Desde aquí podemos aceptar o colgar y, una vez aceptada, nos deja elegir entre altavoz o unos auriculares si los tenemos conectados. El diseño del widget apenas cambia si nos llaman desde otra app como WhatsApp.
Las animaciones e iconos de la isla ilustran bastante bien la obsesión de Apple por los detalles.
En el caso de las llamadas salientes, veremos únicamente el icono del tiempo de llamada y la onda de sonido, pero ojo porque aquí queda patente la obsesión de Apple por los detalles* Cuando habla nuestro interlocutor, la onda es verde y aparece por el lado izquierdo. Si hablamos nosotros, la onda es naranja y sale desde la derecha. Nada al azar.
Además de estos dos usos, Apple ha anunciado que la isla dinámica podrá mostrarnos más información próximamente gracias la API Live Activities, como por ejemplo cuánto va a tardar el pedido de comida a domicilio que hemos hecho o el resultado del partido de nuestro equipo favorito.
Como decíamos, la isla dinámica también interactúa con otras apps del sistema. A continuación podéis ver la lista completa de apps y acciones que usan la isla:
- Llamadas entrantes
- AirPods conectados
- Face ID
- Apple Pay
- Llaves del coche en Cartera
- AirDrop
- Desbloquear el Apple Watch
- Batería baja
- Cargando
- Interruptor de silencio Activar/Desactivar
- Interacciones NFC
- AirPlay
- Cambios de modo de concentración
- Atajos
- Modo avión/Sin servicio
- Alertas de tarjeta SIM
- Conexión de accesorios
- Buscar app
- Llamada en curso
- SharePlay
- Apps de música/reproducción
- Temporizador
- Direcciones de Mapas
- Notas de voz
- Grabar la pantalla
- Punto de acceso personal
Como dije en las primeras impresiones, confirmo que la isla es más práctica a modo de visualizador de acciones que como un espacio con el que interactuar. Está arriba del todo, por lo que si usamos el móvil con una mano es incómodo llegar hasta ella. Sobre lo de dejar las huellas en la cámara frontal, no he notado que sea algo muy engorroso. He tenido que limpiarla alguna vez, pero no más que con el iPhone 13 Pro que no tenía isla.
Hay un escenario en el que la isla sí me parece muy práctica y es cuando tenemos varias apps abiertas que se muestran en ella. Por ejemplo, si tenemos Spotify y un temporizador, la isla se divide en una píldora larga y un punto redondo a la derecha. Si vamos pulsando en el icono redondo, podemos ir cambiando entre las apps que tengamos abiertas en segundo plano. Esto convierte la isla en un conmutador de multitarea que puede sernos muy útil en momentos puntuales.
Así se ve la isla cuando está mostrando info de varias apps.
La isla dinámica se llevó mucho protagonismo en la presentación y quizás sea la novedad más llamativa para el gran público, pero si estás planteándote cambiar de iPhone sólo por la isla dinámica, mi consejo es que no lo hagas. Es algo curioso y muy bien implementado; la respuesta táctil, las animaciones, la obsesión por los detalles... Da "gustito", pero no supone un cambio notable en la experiencia con el móvil y, pasados unos días, la novedad pierde interés. Además, sabemos que llegará a futuros iPhone (los rumores dicen que a toda la gama de iPhone 15), por lo que es cuestión de tiempo que acabes probándola y probablemente para entonces está mucho más pulida y mejor aprovechada.
Si estás planteándote cambiar de iPhone sólo por la isla dinámica, mi consejo es que no lo hagas. Está muy bien implementado y da "gustito" usarla, pero no supone un cambio notable en la experiencia con el móvil.
Un ejemplo de aspecto mejorable es que las notificaciones siguen llegando como siempre. De hecho, como ahora está la isla, los avisos nos tapan más parte de la pantalla. Sería ideal que las notificaciones llegaran directamente en la isla y no debajo de ella.
He creado un mockup imaginando cómo podrían ser las notificaciones en la isla dinámica y creo que queda bastante mejor, además de que no se nos come tanta pantalla. A ver si en futuras actualizaciones lo implementan. Aprovecho para pedir perdón a los puristas porque la fuente que he usado no es la San Francisco, sino la Roboto (sacrilegio total, la fuente de Google, pero ¿se parecen o no?).
A la izquierda como llegan ahora las notificaciones. A la derecha, como me gustaría que llegaran.
Pese a que no sea ninguna revolución, es una forma magistral de justificar el cambio de notch a isla. Sigo preguntándome como ningún fabricante Android había hecho nada ni remotamente parecido en todos estos años (lo más curioso que había visto hasta ahora era el fondo de pantalla de bender que le puse al Galaxy S10+). Es verdad, Apple llega tarde a las cámaras con agujero en pantalla, pero los ha barrido a todos con las funciones de software que ha implementado.
Cámaras: el mayor salto fotográfico en un iPhone, pero sólo si te esfuerzas
Llegamos al apartado fotográfico. Coged asiento porque aquí hay tela que cortar. Apple dio el salto a los 12 megapíxeles con los iPhone 6s y ha mantenido esta resolución desde entonces. Han aumentado el tamaño del sensor, han llegado la doble lente, luego la triple, han mejorado el procesamiento de imagen, han introducido el modo retrato, el modo macro y mucho más, pero la resolución del sensor se mantenía inmutable, hasta ahora.
El sensor principal del iPhone 14 Pro supone el mayor salto fotográfico en años: 48 megapíxeles y un 65% más grande.
El iPhone 14 Pro viene con un sensor principal de 48 megapíxeles y un 65% más de superficie que el del iPhone 13 Pro. Por defecto, el iPhone va a disparar fotos con compresión en formato HEIC y de 12 megapíxeles. Apple aplica el famoso pixel binning que tanto hemos escuchado mencionar a fabricantes de smartphones con Android y con el que cuatro píxeles se fusionan en uno solo.
Si queremos exprimir todo el potencial de la cámara hay que activar el modo ProRaw, donde a su vez podemos tener fotos en 12 o 48 megapíxeles. Más adelante dedicaremos un apartado especial para ver qué supone todo esto y las diferencias entre disparar en HEIC o en ProRaw con el nuevo sensor, pero ya os adelanto que en el día a día lo lógico es disparar en HEIC; nos va a dar una calidad sobresaliente y archivos mucho más manejables. Por este motivo, vamos a centrar el análisis de cámara en imágenes HEIC de 12 megapíxeles, que al final es el ajuste que vamos a usar en la mayoría de ocasiones.
La llegada de este nuevo sensor más grande también nos trae otra novedad. Se trata del nuevo modo de zoom 2x que recorta la porción central de 12 megapíxeles del sensor principal para darnos un zoom sin pérdida. Por supuesto conservamos el teleobjetivo 3x y el ultra angular, pero en estos sensores tenemos menos mejoras. Por último antes de entrar en materia, mencionar que la cámara selfie estrena enfoque automático. Veamos como quedan las cámaras del iPhone 14 Pro:
- Sensor principal: 48MP, f/1.78, 24 mm OIS, Focus Pixels.
- Ultra angular: 12MP, f/2.2, 13mm.
- Teleobjetivo: 12MP, f/2.8, 77mm, OIS, zoom óptico 3x.
- Cámara selfie: 12MP, f1.9, AF.
- Vídeo: 4K @24/25/30/60fps, 1080p @25/30/90fps, modo cine 4K HDR @30fps, vídeo macro, cámara lenta, time-lapse, vídeo ProRes, modo acción.
App de cámara
No vamos a detenernos a repasar todas y cada una de las herramientas de la app de cámara porque seguimos teniendo la misma interfaz que ya conocíamos, aunque con algunos añadidos. El primero que notamos ese que en los botones de zoom ha aparecido ese 2x del que hablábamos más arriba. Si activamos ProRaw en Ajustes, también tendremos el botón correspondiente para poder activarlo y desactivarlo según nos convenga en cada toma, y lo mismo pasa con ProRes en el caso de estar grabando vídeos.
Conforme Apple introduce más novedades, van llegando estos nuevos botones a la app de cámara, que sin estar recargada, sin duda tiene muchas más opciones de las que tenía hace unos años. Sin embargo, seguimos sin entender por qué no hay un acceso directo que nos lleve a los ajustes de la cámara directamente desde la app en lugar de obligarnos a salir abrir Ajustes y navegar hasta el apartado Cámara.
Los ajustes de cámara también han ido ganando nuevas opciones con los años y a día de hoy tenemos una buena colección de opciones para configurar a nuestro gusto. Recomiendo dedicar un rato a dejar los formatos y calidades de grabación como los usemos más a menudo, ya que esto nos ahorrará mucho tiempo a la hora de disparar. Por cierto, tanto ProRaw para fotos como ProRes para vídeos vienen desactivados por defecto, y lo mismo pasa con el modo macro.
Cámara principal
Del iPhone 12 Pro al iPhone 13 Pro apenas tuvimos cambios, pero en esta generación el sensor primario es se renueva por completo. Se hace más grande y cuadruplica la resolución del anterior. La lente también se renueva y ahora la distancia focal es de 24 milímetros. Veamos en qué se traduce todo esto.
Veníamos de un nivel ya alto en cuanto a colorimetría y detalle que se mantiene en esta generación. Si sacamos la lupa, el detalle es muy fino en el centro y parece que Apple ha suavizado el sharpening para que no quede tan artificial. En los bordes se nota un poco más agresivo, pero consigue preservar mucho detalle en una zona crítica.
Ciñéndonos únicamente al disparo básico (12 megapíxeles y formato HEIC), la sensación al saltar de un iPhone 13 Pro al 14 es que los cambios se notan más sobre el papel que sobre las fotos. Los 24 milímetros de focal del iPhone 14 Pro nos dan un encuadre más abierto, capturando más "aire" alrededor del edificio que el 13 Pro. No es algo que cambie la experiencia de forma dramática, pero se agradece esa amplitud extra al fotografiar paisajes o arquitectura.
Sí vemos diferencia en el detalle de la zona central, mucho más rico y natural en el nuevo modelo, pero tenemos que ponernos tiquismiquis y sacar la lupa para verlo claramente.
Muy bien también en planos más cortos. El tamaño del sensor nos da un bokeh más intenso. Hay veces que no compensa activar el modo retrato, sobre todo con objetos, porque ya tenemos un desenfoque natural.
El ajuste de exposición cuando detecta una cara es brutal.
En fotografía a personas, el procesado da prioridad total a la exposición y el detalle de las caras, da igual si para eso tiene que sacrificar un poco de naturalidad. Aquí había un contraluz bastante marcado, pero en cuanto detectó una cara, dio todo el protagonismo al sujeto. Las fotos se tomaron una detrás de otra, sin movernos apenas, pero la exposición es totalmente distinta según si hay cara o no.
Aguanta el tipo bastante bien en foto nocturna antes de tener que tirar de modo noche. De hecho, diría que se me ha activado menos a menudo de lo que suele hacerlo con el 13 Pro. Tenemos ruido y hay bastante pérdida de detalle sobre todo en el agua, pero consiguió rescatar bastante luz respetando el balance de blancos.
El modo noche es bastante agresivo y suele alterar el balance de blancos, sobre todo en escenas bastante oscuras como esta. Con las farolas de la calle nos devuelve fotos muy amarillentas y artificiales, pero mucho más detalladas que en un disparo normal. Compensa activarlo si la iluminación es tan escasa.
Ultra angular
Pasamos al sensor ultra angular y aquí nos encontramos con una ligera mejora en el detalle, especialmente en las esquinas donde suele perderse más definición. El tamaño del sensor, también un poco más grande que el anterior, ayuda a capturar más definición en texturas muy homogéneas como la arena en primer plano.
Muy bien también a nivel de exposición y colorimetría en esta escena casi a contraluz. A veces el HDR es algo agresivo y tiende a saturar los verdes, pero expone muy bien el cielo y conserva mucho detalle en el primer plano.
De noche, el angular sigue siendo la lente que más sufre, pero con buena iluminación podemos conseguir resultados más que decentes.
Ultra-angular sin modo noche vs con modo noche
En general, suelo evitar el ultra angular en disparos nocturnos y creo que las imágenes sobre estas líneas lo ilustran bastante bien. Las fotos salen mucho más oscuras y no hace falta ampliarlas para ver que hay ruido y falta de nitidez. Aquí sí toca tirar de modo noche si queremos un disparo medianamente aceptable.
La cámara ultra angular mejora y por tanto también mejora el macro, ya que esta es la lente responsable de capturar en este modo. Viene desactivado por defecto, pero una vez lo activamos en Ajustes entrará en juego automáticamente cuando nos acerquemos mucho a un objeto. Podemos apagarlo si queremos.
A veces cuesta enfocar y es fácil que hagamos sombra con la cámara al acercarnos tanto, pero es parte del juego de este modo de disparo y el resultado final es más nítido. Es un modo divertido con el que podemos conseguir imágenes muy llamativas, pero al menos para mí su uso no deja de ser anecdótico. Está bien tenerlo, pero no va a cambiar mucho la experiencia.
Teleobjetivo 3x y zoom 2x
Hay que diferenciar el teleobjetivo 3x y el zoom 2x. El primero tiene su propia lente, de 77 milímetros de focal, mientras que el segundo es un recorte de la lente principal, lo que equivaldría a 48 milímetros. Veamos las diferencias.
Zoom 2x
El zoom 2x ha pasado un poco desapercibido, pero para mí es una de las novedades más interesantes del nuevo sensor. El teleobjetivo es la lente que más uso junto con la principal y con la llegada del 2x la experiencia con la cámara se hace más versátil. La versatilidad siempre es bienvenida, sobre todo cuando consigue un resultado tan bueno.
2x vs 3x
Al ponerlo al lado del teleobjetivo 3x vemos imágenes más luminosas, pero de día los dos rinden muy bien, es cuando cae la noche cuando la diferencia se amplía.
2x vs 3x
El sensor principal no sólo tiene más resolución, también es más grande y captura más luz. El 2x parte con ventaja de sobra y en esta escena se aprecia bastante bien; barre al teleobjetivo en luminosidad y detalle.
Teleobjetivo 3x
El telefoto también se porta muy bien y no se achanta cuando cae la luz. Sí, sacrificamos un poco de calidad, pero nos da mucho juego con esos 77 milímetros.
Modo retrato
Retrato 1x
El modo retrato también nos da más juego porque ahora nos permite disparar en 1x, 2x o 3x. Tirar con 1x nos da imágenes nítidas y brillantes. Bien el recorte de la figura, aunque a veces tiende a pasarse con la cantidad de desenfoque en planos cortos. Nada que no podamos solucionar desde el editor.
El modo retrato es algo exigente en el sentido de que a veces cuesta un poco que se active. El mensaje que nos dice que nos alejemos (o que nos acerquemos) aparece bastantes veces y, aunque menos, también hay fallos en los que aparecía activado, pero la foto no guarda el retrato.
Retrato 1x
El 1x no siempre es el modo más favorecedor para un retrato. La lente principal es más angular y nos va a deformar un poco al sujeto. Al fotografiar personas, si nos acercamos mucho, a veces salimos regular. Mejor para planos más generales como este.
Retrato 2x
Retrato 3x
En planos cortos de personas es donde el modo retrato se luce. Muy bien a la hora de representar el detalle de la piel y el recorte, salvo algún fallito, está bastante bien afinado. Una pena que pierda tanto cuando hacemos fotos de objetos.
El retrato a objetos sigue siendo asignatura pendiente.
Sí, el retrato con objetos sigue dejando bastante que desear. Siempre se pasa de vueltas con la cantidad de desenfoque y el recorte es muy mejorable. Parece que sigue siendo la asignatura pendiente del iPhone.
Cámara frontal
No nos olvidamos de la cámara selfie, que en esta generación mejora sumando enfoque automático. Lo cierto es que en las fotos no he notado una diferencia abismal en lo que a enfoque se refiere. Las imágenes son muy nítidas, pero antes también. Tenemos muy buen detalle, rango dinámico amplio y el procesado de las caras está tan cuidado como el de la cámara trasera. Muy bien aquí.
En el modo retrato tenemos un resultado un poco inferior al de la trasera, pero aguanta el tipo muy bien y sobre todo respeta tanto el tratamiento de la piel como el HDR. Es el recorte donde suele colarse, pero bajándole un poco el desenfoque solemos conseguir un efecto más natural y menos "pegote".
El modo noche es nuestro amigo en selfies. Se activa automáticamente y recomiendo dejarlo ya que de lo contrario tenemos fotos oscura, con mucho ruido y pérdida de definición. De noche sí he notado que el enfoque automático tiene algunas dificultades enfocando nuestra cara, aunque solamente en escenarios más oscuros.
ProRaw
Si quieres exprimir las capacidades del sensor de 48 megapíxeles hay que tirar en RAW. Para ello tenemos que activar la opción correspondiente en Ajustes - Cámara - Formatos (Apple poniéndolo siempre tan fácil) y elegir si queremos disparar a 48 o 12 megapíxeles haciendo uso del pixel binning.
Que el ProRaw venga desactivado por defecto y esté algo escondido en los menús ya da pistas de que no es para todo el mundo.
Que sea una función que viene desactivada por defecto y esté algo escondida ya da pistas de que no es para todo el mundo. Yo la he estado usando muy a menudo estos días porque es lo que toca para un análisis a fondo, pero tengo serias dudas de que me vaya a ser práctico en el día a día.
48MP, formato DNG procesado con Camera Raw La primera foto está tomada en HEIC, el formato comprimido que usa Apple, y a 12 megapíxeles de resolución. La segunda foto es el DNG revelado con Camera Raw. Si nos quedamos en el plano general y no profundizamos, quizás el HEIC pueda resultar incluso más llamativo por esos colores más vibrantes del cielo, pero veamos qué pasa sacando la lupa.
He reducido la foto RAW a 12 megapíxeles para que ambas tengan el mismo tamaño y se pueda ver exactamente el mismo recorte. Creo que no hace falta decir mucho más. Un HEIC es una foto comprimida y por tanto tiene menos información. Para compensar la pérdida de detalle de la compresión, el procesado usa trucos como el sharpening para que parezca que la foto es más nítida o satura más los colores para obtener un resultado más vistoso. La foto RAW, en cambio, tiene un detalle mucho más fino y es más natural, claro que también pesa muchísimo más.
Fotos cuatro veces más grandes En este montaje podéis ver la diferencia entre disparar un RAW a 48 megapíxeles o un HEIC a 12 megapíxeles. Son fotos cuatro veces más grande en tamaño de píxeles y mucho más en peso. En este caso concreto, el HEIC pesa 3,81MB, mientras que disparando en ProRaw la foto pesa 103MB. Casi nada, Además, aquí vemos que la foto comprimida tiene menos contraste y los colores aparecen como lavados.
He vuelto a reducir el disparo RAW de 48 a 12 megapíxeles para poder comparar el mismo recorte. Aquí el HEIC aguanta bastante mejor porque había mejor iluminación, pero hinca la rodilla en las texturas del suelo o el tejido de la zapatilla.
RAW en bruto vs tras el procesado.
Creo que esta captura de Camera RAW ilustra bastante bien las posibilidades que nos da disparar en RAW. A la izquierda podéis ver el archivo DNG en bruto, sin aplicar ningún tipo de ajuste. Es increíble la cantidad de detalle que es capaz de recuperar en las sombras. El problema de este formato es que no es para todo el mundo. Hay que tener unos conocimientos básicos de retoque fotográfico y, sobre todo, ganas de dedicarle tiempo.
Tras pasar estos días jugando con la cámara del iPhone 14 Pro, creo sinceramente que el sensor de 48 megapíxeles es el mayor salto de la cámara del iPhone en años, pero sólo vas a poder disfrutarlo si tienes tiempo, ganas y suficiente espacio en el móvil.
El nuevo sensor es una pasada, pero sólo vas a poder disfrutarlo si tienes tiempo, ganas y suficiente espacio en el móvil.
Hay formas de convertir los archivos DNG de 48 megapíxeles a JPEG para que sean más manejables y poder tener fotos de mejor calidad que el HEIC de Apple, pero sigue suponiendo un esfuerzo si lo comparamos con apuntar y disparar. Personalmente creo que lo usaré de forma puntual cuando quiera tener fotos de mejor calidad o si quiero recortar una porción, pero en el día a día, el HEIC va a ser más que suficiente para cubrir las necesidades de la mayoría. Para los que queráis ver estos DNG con más detalle, en el link tenéis los archivos originales.
Vídeo
La calidad del vídeo ya estaba en un nivel muy alto con las anteriores generaciones y este año hay mejoras interesantes, aunque no esperes un salto muy grande (nada de 8K, lo siento). Lo más destacado es el modo acción y el modo cine ahora llega a resolución 4K (hasta ahora solamente se podía grabar en FullHD).
La calidad de los vídeos sigue estando muy por encima de muchos de sus competidores, especialmente en cuanto a estabilización. En todos los vídeos estábamos caminando y, aunque se nota el movimiento, contiene muy bien los temblores; con un poco de pulso, casi parece que llevamos un gimbal. Aunque si lo que quieres es estabilización de verdad, ojo con el modo acción.
El modo acción se activa pulsando un pequeño botón en la esquina superior derecha y está pensado para clips en los que haya mucho movimiento, por ejemplo si lo vamos a grabar corriendo o si vamos en coche y hay mucho bache. Aquí lo pusimos a prueba corriendo y la diferencia es muy notable. El vídeo con modo acción elimina por completo los temblores.
No recomiendo activarlo si sólo vamos caminando por lo que decía arriba: la estabilización normal ya es muy buena. Además, como funciona recortando parte del vídeo, la resolución máxima a la que puede grabar es 2,8K, o lo que es lo mismo, 2.816 x 1.584 píxeles. No está nada mal, pero salvo que necesitemos compensar movimientos bruscos, no vale la pena perder tanta resolución.
La otra novedad más importante es que el modo cine ahora nos deja grabar en 4K y a 24 o 30fps. El enfoque es bastante ágil cambiando de un sujeto a otro y la transición es suave, pero recomiendo bajarle un pelín de bokeh para que quede más natural. También es mejor usarlo cuanta más luz tengamos. Igual que el modo retrato al hacer fotos, este modo acusa más la falta de luz. De hecho, si intentamos grabar de noche, lo normal es que nos salga un aviso advirtiendo de que necesita más luz para funcionar.
Seguimos con el modo cine, que también está disponible en la cámara frontal en 4K. Con la cámara frontal vamos a necesitar muy buena luz para asegurar buen resultado. Muy bien compensando la exposición al tiempo que mantiene un desenfoque muy natural pese a que el pelo no lo pone fácil.
Siguiendo con la cámara delantera, la mejora llega con el enfoque automático y lo cierto es que aquí sí se nota que mantiene mejor la nitidez del rostro en todo momento. Eso sí, el rango dinámico tiene mucho margen de mejora y si grabamos a pleno sol tiende a quemar las luces. De noche sufre bastante, pierde definición y aparece ruido. Aquí podemos tirar del flash en pantalla para que haga de luz de relleno y nos salve el clip.
iPhone 14 Pro, la opinión y nota de Xataka
Llegamos al final de la review y toca responder a la pregunta: ¿vale la pena comprar un iPhone 14 Pro? Tras analizarlo a fondo, nos queda claro que estamos ante una renovación más bien tímida, por lo que la respuesta dependerá de otra pregunta: ¿de dónde vengo? No hay duda de que es uno de los gama alta del año, pero las novedades que trae no suponen una mejora contundente sobre la última generación y, si me apuráis, las dos últimas.
El iPhone 14 Pro hace check en todos los apartados: tiene una pantalla increíble que ahora se hace más brillante, un diseño con una construcción impecable, va como un tiro y su cámara hará las delicias de los más exigentes. La autonomía es quizás el punto más gris, pero tampoco defrauda. Esto deja como novedades más destacadas a la isla dinámica, la cual creo que no debería ser determinante en la compra, y la cámara con el nuevo sensor de 48 megapíxeles que sí podría serlo.
Tener que disparar en RAW para sacarle todo el partido al sensor hace que el mayor salto fotográfico en años se quede a medio gas.
La cámara sí puede ser un punto diferencial, pero hay un 'pero', valga la redundancia. Disparar en RAW todo el tiempo no es sostenible, ni por el problema que podría suponer con el almacenamiento ni tampoco por lo que conlleva a la hora de revelar ese archivo o convertirlo a otro formato. Esto hace que el mayor salto fotográfico del iPhone en años se quede a medio gas.
Que sea una evolución discreta, junto con el aumento de precio, son dos puntos que juegan en su contra y seguramente sean motivos suficientes para que muchos le pongan ojitos a alguno de los modelos anteriores. El iPhone 14 Pro brilla en casi todo, pero no consigue deslumbrarnos y nos deja con la sensación de que falta algo más. Si la gama 'S' de Apple siguiera existiendo, esto sería un iPhone 13S Pro y seguramente nosotros no echaríamos en falta tantas novedades.
9,3
Diseño9
Pantalla9,75
Rendimiento9,5
Cámara9,75
Software9,25
Autonomía8,5
A favor
- El nuevo sensor de la cámara es una gozada. La competencia lo va a tener difícil para superar esto.
- Pantalla brillante que se ve *aún* mejor que antes
- La isla es una lección magistral de como convertir un problema en una virtud
En contra
- La mejora de la cámara no está al alcance de todo el mundo. Apple debería facilitar aprovechar ese sensor.
- La autonomía satisface, pero no brilla.
- El aumento de precio y ser una evolución discreta, hacen que los modelos anteriores resulten más atractivos