viernes, 13 de mayo de 2022

El iPod ha muerto, ¡que viva el ipod (para siempre)!

El iPod ha muerto. Así lo anunció Apple el día de ayer en un comunicado de prensa titulado The Music Lives On (La Música Sigue Viva) en el que anuncia que no se seguirá produciendo el iPod touch (el único modelo que seguía en el lineup) y que los usuarios podrán adquirir las últimas unidades mientras haya existencias. Lo interesante, y paradójico, del asunto es que más de uno reaccionó preguntando: “¿cómo así, el iPod Touch todavía se vende?”

Si usted es joven (como lo es la mayoría de quienes leen TECHcetera) es posible que no entienda la importancia del dispositivo, no sólo para Apple sino para el segmento de lo que hoy llamamos tecnología de consumo e, incluso, para la industria de la música.


UN “INNOVADOR DISPOSITIVO DIGITAL”

23 de Octubre de 2001. Steve Jobs invitó a los medios especializados a las oficinas de Apple en Cupertino con la promesa de mostrarles “un ‘innovador dispositivo digital’ que no era un Mac”. Un dispositivo que cambiaría el rumbo de Apple y marcaría el comienzo de una de las eras de mayor crecimiento y diversificación en la historia de la compañía. Este fue su lanzamiento:


Un “innovador dispositivo digital”


El raciocinio detrás del lanzamiento del iPod era claro y conciso, y lo expresó Jobs en la introducción del mismo:

“La música es parte de la vida de todos… y como es parte de la vida de todos, es un mercado objetivo extremadamente grande. No conoce fronteras. Pero, interesantemente, en esta revolución digital de la música no hay un líder en el mercado”. – Steve Jobs, Octubre 2001

El iPod llegó en el momento justo a un mercado que coqueteaba con lo digital, que quería dejar atrás casettes y CDs. Un mercado en el que el rey era la piratería y en el que la industria de la música, luego de haber demandado a Napster hacía 15 meses, intentaba encontrar un nuevo modelo económico.


Mil canciones en tu bolsillo


La promesa era sencilla: 1000 canciones en un dispositivo con un disco de estado sólido que cabía en el bolsillo de cualquier pantalón, cuya pila durara “todo el día” y que se integraba de forma nativa con el recién lanzado iTunes, una aplicación para “quemar” las canciones de los CDs y volverlas digitales.

Mil canciones era una barbaridad. Un CD traía entre 12 y 15 canciones y los MP3 players que había en el mercado albergaban máximo 150. Mil canciones era el equivalente -en la mayoría de los casos- a la totalidad de la biblioteca musical de una persona.


Un fenómeno cultural



Con su publicidad de siluetas negras sobre fondos de colores en las que lo más visible eran sus llamativos audífonos blancos el iPod se convirtió en una revolución cultural, al punto que revistas como Newsweek convirtieron famosa frase “Pienso, luego existo” (I think, therefore I am) del filósofo y matemático francés René Descartes en “iPod, therefore I am” en un intento por reflejar que quienes no tenían un iPod eran ciudadanos de segunda clase.


Su impacto fue tan, pero tan grande, que el grueso de fabricantes de dispositivos que incorporaban audífonos terminaron por cambiar sus esquemas de colores tradicionales (entre los que predominaba el negro) para favorecer el blanco y asemejarse así al dispositivo que le había dado vida a la revolución de la música digital.

Su éxito no fue inmediato. En su primer año de ventas tan sólo se vendieron 400 mil unidades y en el 2003 la cifra no alcanzó siquiera al millón. Fue luego del lanzamiento de su tercera generación y, sobretodo, del iTunes Music Store (y de su compatibilidad con Windows) que las ventas se dispararon.




En menos de 5 años Apple vendió más de 100 millones de unidades del iPod y los ingresos derivados de la línea llegaron a representar el 40% del total de ingresos de la que, hasta ese momento, era una compañía de computadores. Pero además, y gracias al iPod, el iTunes Music Store definió el nuevo modelo de negocio para millones de músicos, artistas y sellos y casa discográficas.


La evolución del ipod


Del iPod al mini, al nano, al shuffle, al touch cada una de las nuevas iteraciones del iPod trajo algo único y especial al mercado, encontrando un nicho específico que lo llevaría a convertirse en un hit, incluso por 5 años adicionales al lanzamiento del iPhone.

En este proceso iterativo el iPod mini merece una mención especial. Antes de su lanzamiento en 2004 Apple tenía un 31% de participación de mercado. 18 meses después de la llegada del mini, ese número había subido a 74%.


El gran percursor


Muchas de las tecnologías que hoy gozamos y utilizamos en otros dispositivos vienen de pruebas que Apple hizo con el iPod.

Por ejemplo, en 2005 la compañía introdujo el primer iPod capaz de reproducir video en un intento por ampliar la experiencia musical de los usuarios con la incorporación de videos musicales a su catálogo de iTunes Music. Esa tecnología evolucionó para ofrecernos las pantallas de dispositivos móviles en las que consumimos todo tipo de contenido a diario.

Fue gracias al iPod y a las expectativas de crecimiento en sus ventas que Tim Cook negoció el famoso acuerdo multi-anual de memorias flash que luego lo volvió famoso en Silicon Valley y que le permitió a Apple lanzar el iPhone sin sufrir por la escasez del componente.

Y fue gracias a su éxito en ventas que Apple dejó de ser Apple Computer y pasó a convertirse en una compañía de dispositivos electrónicos de consumo más allá del computador, abriendo la puerta para el iPhone, el iPad, el Apple Watch y los AirPods.

El iPhone, por ejemplo, fue creado por la preocupación de los ingenieros de la compañía ante la reacción de los fabricantes de teléfonos que, al ver el éxito del iPod, comenzaron a incluir reproductores MP3 en sus dispositivos. En Cupertino entendieron esto como una amenaza existencial para su “vaquilla lechera” pues si un usuario tenía que escoger entre llevar en su bolsillo un teléfono que pudiera tocar música o un iPod, seguramente se iría por el primero.

“It became very clear to us that there was a real threat from mobile phones, feature phones. They were starting to add music, MP3 playing, to the cell phones that they were shipping at the time.” – Tony Fadell, creador del iPod

Es más, si usted mira bien la presentación del iPhone en 2007 verá que Jobs presenta el nuevo dispositivo como “un iPod de pantalla ancha con controles touch, un revolucionario teléfono móvil y un Innovador dispositivo de comunicación por Internet”. No es casualidad el orden de los íconos en la pantalla. El iPod era la razón de ser.


Las primeras iteraciones del Apple Watch, aquellas con las que los ingenieros y diseñadores en Apple hicieron pruebas, se hicieron en realidad con un iPod nano modificado.

Y, claro, fue el iTunes Music Store quien abrió la línea de negocios de contenido digital sobre la cual se construyó lo que conocemos como Servicios y que se ha convertido no sólo en la segunda división más importante de la compañía en términos de ingresos sino, también en la que más crece.


La hora de partir


Desde el lanzamiento del iPhone, en el 2007, pero sobretodo desde el 2017 cuando la compañía descontinuó la fabricación del iPod nano, era claro que el iPod iba a morir. Ahora, 20 años luego de su lanzamiento, lo hace con la frente en alto y con un legado tanto en hardware, como en software y servicios que será difícil de repetir. El iPod muere pero su legado se queda. Está presente en los iPhone, en los Apple Watch y en los dispositivos que estarán por venir en donde se incorporarán las tecnologías y aprendizajes de 20 años de revolución.


Fuente: Techcetera

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